Si se pregunta si beber alcohol puede causar cirrosis hepática o no, depende de cuánto beba.
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Su hígado y la cirrosis
El hígado lleva a cabo varias funciones necesarias, entre ellas, desintoxicar el organismo de sustancias nocivas, limpiar la sangre y producir nutrientes vitales. El hígado es el órgano interno más grande. Tiene el tamaño de un balón de fútbol y se encuentra principalmente en la parte superior derecha del abdomen, debajo del diafragma y por encima del estómago.
La cirrosis es una enfermedad hepática que puede desarrollarse cuando el hígado sufre daños repetidos. Al igual que el tejido cicatricial que se forma en la piel después de un corte, el hígado también forma tejido cicatricial mientras se repara a sí mismo.
Un poco de tejido cicatricial no es un problema para el hígado, pero el exceso de tejido cicatricial interfiere en el funcionamiento del hígado, bloqueando el flujo de sangre a través del hígado, disminuyendo la capacidad del hígado para procesar nutrientes y, finalmente, comprometiendo la función hepática esencial. Esto puede incluso provocar insuficiencia hepática o la muerte, ya que más de 40.000 personas en los EE. UU. mueren de cirrosis cada año.
Causas
Existen varios factores que pueden dañar el hígado y causar cirrosis. Algunos de los más comunes son el abuso crónico de alcohol y la infección crónica por los virus de la hepatitis B y C.
Otras posibles causas incluyen:
- Acumulación de hierro en el cuerpo (hemocromatosis)
- Fibrosis quística
- Cobre acumulado en el hígado (enfermedad de Wilson)
- Conductos biliares mal formados (atresia biliar)
- Trastornos hereditarios del metabolismo del azúcar (galactosemia o enfermedad de almacenamiento de glucógeno)
- Trastorno digestivo genético (síndrome de Alagille)
- Enfermedad del hígado causada por el sistema inmunológico del cuerpo (hepatitis autoinmune)
- Destrucción de los conductos biliares (cirrosis biliar primaria)
- Endurecimiento y cicatrización de los conductos biliares (colangitis esclerosante primaria)
- Infección como la esquistosomiasis
- Medicamentos como el metotrexato
Síntomas
La cirrosis a menudo no presenta signos ni síntomas hasta que el daño hepático es extenso. Cuando aparecen signos y síntomas, pueden incluir:
- Fatiga
- Sangrando fácilmente
- Se forman moretones con facilidad
- Picazón en la piel
- Coloración amarillenta en la piel y los ojos (ictericia)
- Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis)
- Pérdida de apetito
- Náuseas
- Hinchazón en las piernas
- Pérdida de peso
- Confusión, somnolencia y dificultad para hablar (encefalopatía hepática)
- Vasos sanguíneos en forma de araña en la piel
- Enrojecimiento en las palmas de las manos.
- Atrofia testicular en hombres
- Aumento de tamaño de los senos en los hombres
Consumo excesivo de alcohol, cirrosis y enfermedad hepática
Si no tiene una enfermedad hepática, es probable que una bebida alcohólica ocasional no le provoque cirrosis. Sin embargo, se sabe que el consumo excesivo de alcohol (definido como beber 8 o más tragos por semana para las mujeres y 15 o más para los hombres) sí causa cirrosis. Esto puede derivar en una enfermedad hepática alcohólica .
Si tiene una enfermedad hepática existente, como hepatitis crónica, tiene un mayor riesgo de desarrollar cirrosis si bebe alcohol. Beber alcohol también puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer hepatocelular .
El daño hepático causado por la cirrosis generalmente no se puede reparar. Pero si la cirrosis hepática se diagnostica a tiempo y se trata la causa, se pueden limitar los daños posteriores y, en raras ocasiones, revertirlos. Si ya tiene cirrosis o hepatitis crónica, es importante evitar el alcohol.