La bacteriemia es una infección causada por bacterias que ingresan al torrente sanguíneo. También se la puede denominar septicemia , sepsis, choque séptico , envenenamiento de la sangre o bacterias en la sangre.
Índice
Causas
La bacteriemia generalmente comienza con una infección pequeña y localizada, como una incisión infectada, una infección del tracto urinario u otro tipo de infección. A veces, la persona ni siquiera sabe dónde estaba la infección en las primeras etapas, ya que no notó ningún signo o síntoma de infección mientras la infección estaba en un lugar.
Por ejemplo, supongamos que el paciente tiene una muela infectada. Al principio, el paciente siente un leve dolor de muelas. Luego, a medida que la infección continúa, el dolor de muelas se vuelve cada vez más intenso. Antes de poder conseguir una cita con el dentista, el paciente nota un mal sabor de boca, causado por la formación de pus alrededor de la muela. Intenta usar enjuague bucal y toma ibuprofeno para el dolor, pero sigue empeorando.
Sabe que necesita tratamiento, pero decide que puede esperar hasta el día siguiente para su cita programada con el dentista. Al día siguiente, el paciente se siente mucho más enfermo, tiene fiebre y escalofríos, y comienza a sentirse agotado a medida que la infección empeora y entra en el torrente sanguíneo.
Septicemia
Cuando la infección se propaga al torrente sanguíneo, recibe un nuevo nombre: bacteriemia. Bacteriemia simplemente significa bacterias en la sangre. Esta afección es más conocida por otros nombres más comunes pero mucho más aterradores: sepsis y septicemia. El cuerpo seguirá intentando combatir la infección, pero en este punto la infección ya está muy extendida y se desplaza por el torrente sanguíneo a todo el cuerpo.
En este punto, una variedad de análisis de sangre, incluido un nivel de procalcitonina , mostrarán que el cuerpo está respondiendo a las bacterias extrañas, generalmente con una respuesta inmunitaria y los cultivos de sangre mostrarán la presencia de bacterias. Este es un momento muy crucial en el tratamiento de la infección, ya que es mucho más probable que la bacteriemia cause una enfermedad grave o incluso potencialmente mortal mientras el cuerpo intenta combatir la infección.
Una infección localizada puede causar problemas graves, pero una infección que se propaga por el torrente sanguíneo tiene muchas más probabilidades de provocar una enfermedad grave. Cuanto antes se inicie el tratamiento, más probabilidades hay de que la persona evite una afección aún más grave, el choque séptico.
Un precursor del shock séptico
Una infección que comienza a viajar por el torrente sanguíneo puede ser potencialmente mortal y debe tratarse agresivamente con antibióticos para evitar que la sepsis empeore y se convierta en un shock séptico.
El shock séptico es una afección en la que el cuerpo se ve abrumado por las bacterias y la consiguiente infección en el torrente sanguíneo. El cuerpo lucha por combatir la infección y no puede continuar con las tareas normales y esenciales que normalmente realiza con una dificultad mínima. Cuando se produce un shock séptico, el paciente normalmente necesitará medicamentos para aumentar la presión arterial, antibióticos intravenosos, líquidos y posiblemente un respirador para ayudarlo a respirar. Estos pacientes suelen recibir atención en la UCI, donde es posible un control constante.
Una palabra de Health Life Guide
La bacteriemia es una enfermedad muy grave y debe tratarse lo antes posible una vez diagnosticada. En pocas palabras, la bacteriemia se puede prevenir si no se ignoran las infecciones menores, como las infecciones de la piel o las infecciones del tracto urinario. Sin embargo, incluso con tratamiento, algunas infecciones se propagan, por lo que es importante controlar de cerca los síntomas, como la temperatura, para un diagnóstico temprano de esta enfermedad potencialmente mortal.