Los pies son estructuras complejas. Con 26 huesos en cada pie, hay muchas posibilidades de fracturas , dislocaciones y otras lesiones que pueden afectar gravemente la movilidad de una persona. Para complicar aún más las cosas, la forma del pie es tal que a menudo puede ser difícil entablillarlo si se lesiona.
Afortunadamente, con un poco de conocimiento y algunos elementos domésticos, se puede construir una férula funcional que puede inmovilizar el pie y hacer más fácil (y seguro) el traslado al hospital.
Índice
Evaluar el pie
Antes de aplicar cualquier tipo de inmovilización en el pie, es importante evaluar y determinar el alcance de la lesión. Hay tres aspectos principales que se deben evaluar:
- Controle la circulación sanguínea palpando la temperatura del pie y comparándola con la del pie sano. Si está más fría, es posible que haya un problema circulatorio.
- Compruebe la sensibilidad tocando un dedo del pie y pidiéndole a la persona lesionada que identifique qué dedo le tocaron. Tome nota si hay entumecimiento u hormigueo .
- Compruebe el movimiento pidiéndole a la persona que mueva los dedos de los pies.
- Revise si hay hematomas , esto puede ayudar a identificar dónde está la lesión.
Asegúrese de informarle esto al médico o enfermera cuando llegue al hospital.
Crea una tablilla de cartón
El cartón es el material perfecto para fabricar una férula en caso de emergencia. Cualquier trozo que aún conserve su integridad servirá, incluso un cartón más liviano que no haya sido aplastado ni doblado excesivamente.
El cartón debe ser lo suficientemente largo como para que llegue al menos hasta la mitad de la pantorrilla. También debe ser lo suficientemente ancho como para que se pueda doblar alrededor del pie en secciones con un panel izquierdo, un panel central y un panel derecho.
Utilizando el borde de un escritorio o la esquina de una pared como guía, haga dos pliegues verticales en el cartón. Deberá asegurarse de que el pie y la pantorrilla descansen cómodamente en el panel central, mientras que los paneles laterales pueden envolver el pie y quedar más o menos cuadrados.
Acolcha la férula
Una vez que se haya creado el marco, coloque una toalla sobre el cartón para que haya un poco de relleno que sostenga el pie. El relleno también garantizará que la férula se ajuste perfectamente y que el pie tenga menos capacidad de moverse.
Colocar la férula
Coloque la férula de manera que el panel central quede directamente debajo de la parte posterior de la pierna y el pie. A medida que dobla los lados, verifique que no haya espacios que permitan que el pie se mueva libremente. Si los hay, rellene esos espacios con una toalla o una camiseta enrollada para que el pie y el tobillo queden completamente sujetos e inmovilizados.
Asegure la férula
Una vez que hayas doblado los paneles laterales, fija el marco de cartón con cinta adhesiva. Usa la cinta más gruesa y ancha que tengas y aplica tantas tiras como necesites para mantener la tablilla segura. Nuevamente, revisa que no queden espacios abiertos y refuerza esos huecos según sea necesario.
Aplicar hielo sobre la lesión
Ahora puedes colocar una compresa de hielo sobre la lesión para ayudar a reducir la hinchazón y aliviar el dolor. Asegúrate de no colocar el hielo directamente sobre la piel ni dejarlo en un mismo lugar durante más de 20 minutos. Hacerlo puede provocar congelación .
Reevaluar y acudir al hospital
Vuelva a controlar la circulación, la sensibilidad, el movimiento y los hematomas después de colocar la férula. Observe los cambios que se produzcan desde la primera evaluación. A continuación, puede elevar el pie para reducir la hinchazón y planificar el traslado de la persona a la sala de urgencias.
Este tipo de férula no pretende sustituir la atención médica adecuada.