La prevalencia es la proporción de una población que padece una determinada enfermedad. La cifra de prevalencia se determina comparando la cantidad de personas que padecen una enfermedad con la cantidad total de personas de ese grupo de población. La prevalencia se expresa con mayor frecuencia como porcentaje.
La prevalencia es una de las estadísticas del VIH que utilizan los funcionarios de salud pública y los encargados de formular políticas para identificar la carga de infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en determinadas regiones o grupos de población. Los grupos de población pueden clasificarse por etnia, género, edad, orientación sexual, situación económica, consumo de drogas, cultura o una combinación de cualquiera de estas categorías.

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La diferencia entre prevalencia e incidencia
La prevalencia y la incidencia pueden estar relacionadas entre sí, pero no son exactamente lo mismo. La incidencia es el número de casos nuevos, mientras que la prevalencia es el número total de casos existentes. En su forma más básica, la prevalencia describe el aquí y ahora, mientras que la incidencia se puede utilizar para intentar predecir lo que probablemente ocurrirá.
La incidencia se calcula comparando el número de casos nuevos notificados durante un período determinado con el número total de personas de esa población. La cifra puede expresarse como proporción o porcentaje.
La incidencia se utiliza a menudo para evaluar si el riesgo de contraer el VIH ha aumentado o disminuido dentro de un grupo determinado, normalmente de un año a otro. Los investigadores también utilizan las tendencias de la incidencia para determinar si un cambio en un factor determinado (como el acceso al tratamiento o los cambios en las políticas públicas) puede alterar el riesgo dentro de los grupos de población. La predicción del riesgo mediante el análisis de la incidencia ayuda a orientar la asignación óptima de recursos.
Ejemplos
La prevalencia puede variar entre distintas poblaciones de una misma región. Los investigadores descubrieron que en 2009 había 5.600.000 personas infectadas con el VIH en Sudáfrica.
- Con una población total de 53 millones, la prevalencia del VIH en Sudáfrica fue del 10,6 por ciento.
- Al observar específicamente a los adultos de 15 a 49 años (considerados el grupo de edad con mayor riesgo de infección por VIH en todo el mundo), la prevalencia fue del 17,3 por ciento.
La incidencia puede cambiar en un corto período de tiempo.
- La incidencia del VIH entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH) en San Francisco en 2006 fue del 1,75 por ciento, sobre la base de 772 nuevas infecciones en una población de 44.138 HSH VIH negativos.
- Con la introducción de nuevas políticas de salud pública en 2010, incluido el tratamiento universal en el momento del diagnóstico, la incidencia se redujo al 1,27 por ciento en 2011.
Como las tasas de infección por VIH entre hombres que tienen sexo con hombres están aumentando en la mayoría de las principales ciudades de Estados Unidos, esta caída en la incidencia se consideró un indicador de la eficacia de las nuevas políticas.
Prevalencia e incidencia en EE.UU.
Desde una perspectiva global, si bien la prevalencia y la incidencia del VIH pueden variar de un país a otro, normalmente existe una asociación entre la carga de la enfermedad y la eficacia con la que un país gestiona la epidemia dentro de sus fronteras.
Por ejemplo, si bien los 1,2 millones de infecciones que se estima que hay en Estados Unidos pueden ser insignificantes en comparación con las cifras que se observan en algunas zonas del mundo, la prevalencia e incidencia de la enfermedad presentan un panorama totalmente diferente. En comparación con la mayoría de los demás países desarrollados, Estados Unidos tiene la prevalencia (0,6%) y la incidencia (15,3 por 100.000) más altas.
En cambio, la tasa de prevalencia en la mayoría de los países de altos ingresos se sitúa muy por debajo del 0,3%, mientras que la tasa de incidencia media es menos de la mitad de la observada en los Estados Unidos (6,3 por 100.000).
Se espera que los recientes avances en materia de políticas y medicamentos preventivos puedan reducir la prevalencia e incidencia de la infección por VIH en los Estados Unidos. Sin embargo, las bajas tasas de atención y retención entre las poblaciones más vulnerables, como los afroamericanos y los HSH , podrían seguir impulsando nuevas infecciones.