Para muchos de nosotros, la digestión es un completo misterio. Nuestros cuerpos parecen hacer lo que hacen, a menudo sin ningún orden ni razón aparente. Por eso, puede que te sorprenda saber que, en realidad, tienes más control sobre la calidad de tus evacuaciones intestinales de lo que jamás hubieras imaginado. Sigue estos pasos y tus idas al baño pueden ser mucho más satisfactorias.
Índice
Hidratación adecuada
El proceso de evacuar el intestino de forma cómoda no comienza cuando entras al baño. Debes pensar en que tus heces estén en condiciones óptimas para evacuarlas con facilidad. Esto significa que lo que ingieres hoy tiene mucho que ver con lo que saldrá mañana. Por lo tanto, el primer paso para lograr una evacuación intestinal perfecta es asegurarte de beber mucha agua.
Se recomienda que los hombres beban aproximadamente 13 tazas (3 litros) de agua cada día y que las mujeres beban 9 tazas (2,2 litros).
Todas las células de nuestro cuerpo necesitan agua para funcionar. Nuestro cuerpo obtiene el agua que necesita a través de los líquidos que bebemos y los alimentos que comemos. La mayor parte del agua que consumimos se absorbe en el cuerpo a través del estómago.
¿Qué tiene que ver el agua con los movimientos intestinales? Si no consumimos suficiente agua, nuestro cuerpo recurre al intestino grueso para obtener el agua que necesita para todas sus células. Este extrae agua de las heces en formación, lo que puede dar lugar a heces más duras y difíciles de evacuar .
Intervenciones dietéticas
Para tener una experiencia cómoda y satisfactoria al ir al baño, debes asegurarte de comer los alimentos adecuados. Esto incluye muchas verduras, algo de fruta, proteínas magras y grasas saludables. Estos alimentos no solo son buenos para la salud en general, sino que también desempeñan un papel importante en el funcionamiento normal del sistema digestivo.
Fibra dietética
Los movimientos intestinales normales tienen mucho que ver con la fibra. La fibra es la parte de los alimentos vegetales que no podemos digerir. Por lo tanto, constituye la estructura de las heces que evacuamos durante las deposiciones.
Las verduras, las frutas y los cereales integrales contienen fibra soluble e insoluble. La fibra soluble se disuelve en agua, adquiriendo una especie de gel que le da a las heces una base blanda. La fibra insoluble no se disuelve en agua, por lo que le da volumen a las heces y las mantiene húmedas. Ambos tipos de fibra son esenciales para unas heces bien formadas y normales.
Bacterias intestinales
Además de la fibra, comer alimentos saludables también es esencial para garantizar un equilibrio saludable de las bacterias intestinales, y la salud de las bacterias intestinales tiene mucho que ver con la comodidad de las deposiciones. Las bacterias intestinales desempeñan un papel en la velocidad de los movimientos del intestino grueso. Un equilibrio no saludable de las bacterias intestinales puede afectar la motilidad intestinal. La motilidad rápida puede provocar diarrea; la motilidad lenta puede provocar estreñimiento.
Por lo tanto, la elección de los alimentos es vital. La comida chatarra y los alimentos grasosos y grasosos van a alterar las bacterias intestinales y causar contracciones intestinales más fuertes que podrían provocar urgencia por diarrea .
Si tiene problemas para evacuar los intestinos, a menudo resulta útil consultar a un dietista certificado que pueda sugerirle intervenciones dietéticas para mejorar los síntomas gastrointestinales. Los estudios han demostrado que los alimentos probióticos o una dieta baja en FODMAP pueden, respectivamente, aumentar o reducir la flora intestinal para ayudar a resolver las anomalías intestinales.
Estimulación intestinal
El mejor momento para evacuar el intestino es el momento en que el cuerpo lo requiere. Dicho esto, hay algunas cosas que puede hacer para que todo el proceso parezca menos aleatorio:
Preste atención a los patrones
Durante los próximos días, presta atención a cuándo es más probable que tu cuerpo te envíe la señal de que es “hora de ir”. Los cuerpos tienden a tener sus propios biorritmos. Aprovechar tu propio reloj interno ayudará a que el proceso se desarrolle con mucha más fluidez. Para muchas personas, es por la mañana, pero no se trata de una regla estricta.
Por muy incómodo que pueda resultar, cuando tu cuerpo esté listo para ir, debes intentar hacerlo. Si sueles ser una persona madrugadora, asegúrate de despertarte a tiempo para ir al baño. Los movimientos intestinales óptimos se producen cuando respondes a las señales internas.
No evites los baños públicos
No permita que la vergüenza interfiera con su salud. Los baños públicos existen por una razón: la evacuación es parte de la vida de todos. Sí, hay olores y ruidos, pero nadie lo juzgará como persona porque haya evacuado. Esperar hasta llegar a casa para evacuar puede provocar hemorroides y, posiblemente, problemas crónicos de estreñimiento.
Estimular los movimientos intestinales
Si sabe que es “ese momento del día”, hay algunas cosas que puede hacer para estimular el movimiento intestinal:
- Coma una comida abundante, preferiblemente con algo de grasa saludable. Las comidas abundantes y la grasa de la dieta pueden ayudar a estimular el reflejo gastrocólico del cuerpo , un reflejo en el que comer desencadena el movimiento dentro del sistema digestivo .
- Beber algún líquido caliente. Aunque no hay una respuesta definitiva sobre por qué ocurre esto, beber una taza de café caliente, té o simplemente agua caliente con limón también puede provocar el reflejo gastrocólico.
- Ejercicio. El simple acto de caminar o hacer abdominales comprime y extiende los intestinos de una manera que promueve la motilidad intestinal.
Consejos para ir al baño
Uno podría pensar que no necesitaríamos instrucciones para algo que todos hacemos prácticamente todos los días, pero hay algunos consejos para mejorar el movimiento intestinal.
No te esfuerces
No sienta que necesita esforzarse para evacuar el intestino. Siéntese, relájese y respire profundamente. Su cuerpo sabe lo que tiene que hacer. No sienta que necesita empujar y hacer fuerza para expulsar las heces. Por lo general, eso solo logra que se expulse un poco de tejido anal y se corra el riesgo de desarrollar hemorroides.
El esfuerzo prolongado provoca hemorroides porque las heces duras y el aumento de la presión intraabdominal favorecen la protrusión de las venas rectales. La diarrea explosiva puede tener el mismo efecto.
Sepa cuando haya terminado
Muchas personas sienten que necesitan evacuar hasta vaciarse. Esta estrategia puede ser contraproducente (¡perdón por el juego de palabras!). Lo que debe salir es la parte que ha estado almacenada, lista para salir, en el recto, la última parte del intestino grueso. El “santo grial” de las deposiciones son heces blandas pero firmes con forma de plátano.
Si ha logrado evacuar con éxito esas heces y su cuerpo está comenzando a calmarse en términos de deseos, puede considerar que ha terminado. Fomentar la salida de más heces significa que está liberando heces más blandas y acuosas, heces que se supone que permanecen en su interior por más tiempo para estar más firmes para la evacuación intestinal del día siguiente.
Piensa en ponerte en cuclillas
Algunas personas creen que la posición en cuclillas ayuda a facilitar el proceso de defecación. Sin duda, evolucionamos como especie sin el lujo de contar con inodoros. Puedes intentar apoyar los pies en alto con algunos libros grandes. Como alternativa, existen productos disponibles que convierten tu inodoro habitual en un inodoro en cuclillas.
Higiene del baño
No descuides la higiene básica una vez que hayas terminado de defecar:
Sé delicado con tu trasero. Para evitar irritaciones e infecciones, asegúrate de limpiar bien la zona que rodea tu ano. Limpia suavemente de adelante hacia atrás, cambiando de papel según sea necesario, hasta que salga limpio. No frotes con fuerza. Las toallitas desechables son una opción cómoda si eres propenso a la irritación.
Lávate bien las manos. Utiliza abundante agua y jabón y sigue lavándote hasta que termines de cantarte la canción del “Feliz cumpleaños” dos veces.