Como enfermedad progresiva, el Parkinson comienza de forma gradual y empeora con el tiempo. Los síntomas más comunes son rigidez, temblores y dificultad para mantener el equilibrio y la coordinación. A medida que la enfermedad avanza, también pueden aparecer dolores y calambres musculares, problemas para dormir, deterioro de la memoria, depresión y cambios de conducta.
La escala de Hoehn y Yahr se utiliza para estadificar la enfermedad de Parkinson según el orden en el que aparecen los síntomas y empeoran gradualmente. Anteriormente, la escala de Hoehn y Yahr constaba de cinco estadios, pero con el tiempo se modificó y se le añadieron los estadios 1,5 y 2,5.
Conozca la escala de Hoehn y Yahr y las diferentes etapas de la enfermedad de Parkinson.
Índice
Etapa 1
La etapa 1 es la más temprana de la enfermedad de Parkinson. En ella, los síntomas que se presentan son muy leves y no causan ninguna discapacidad ni interfieren con la vida cotidiana. Los síntomas también afectan solo un lado del cuerpo, lo que se conoce como afectación unilateral. Los síntomas más comunes en esta etapa son temblores (generalmente en una mano o pierna) y cambios leves en la postura, el movimiento y las expresiones faciales.
Debido a lo leves que son los síntomas, suele ser muy difícil para un proveedor de atención médica hacer un diagnóstico definitivo de la enfermedad de Parkinson durante la etapa 1.
Etapa 1.5
Esta etapa no es muy diferente de la primera, excepto que ahora están involucrados el cuello y la columna.
Etapa 2
En la segunda etapa de la enfermedad de Parkinson, los síntomas afectan a ambos lados del cuerpo (afectación bilateral), pero el equilibrio no se ve afectado. Puede llevar meses o años pasar de la primera etapa a la segunda. Los cambios en la postura y la forma de andar son ahora más evidentes. Es posible que empiece a experimentar problemas con el habla, como arrastrar las palabras o no poder controlar el tono de la voz.
En esta etapa también se observan un aumento de la rigidez y la pérdida del control de la expresión facial. Todos estos síntomas tendrán algún efecto, aunque mínimo, incapacitante y causarán interferencias en su vida diaria. Esta etapa aún no es fácil de diagnosticar, ya que a veces los síntomas simplemente se atribuyen a ser parte del envejecimiento.
Etapa 2.5
En esta etapa, comienza a experimentar un leve deterioro del equilibrio, pero aún no ha perdido el equilibrio. Por lo general, se realiza la “prueba de tracción” para ver en qué medida se ha visto afectado su equilibrio. La prueba implica que un profesional de la salud se coloque detrás de usted y le pida que mantenga el equilibrio mientras lo tira hacia atrás.
Dar tres o más pasos para recuperar el equilibrio cuando eres tirado hacia atrás es indicativo de haber llegado a esta etapa.
Etapa 3
En esta tercera etapa, la enfermedad de Parkinson avanza significativamente y, a menudo, se considera que se encuentra en la etapa intermedia de toda la progresión del trastorno. Finalmente, se experimenta una pérdida de equilibrio y se realiza la prueba de tracción para comprobarlo. Si no recupera el equilibrio y el médico tiene que sujetarlo para evitar una caída, se dice que su equilibrio está alterado.
Los movimientos corporales también comienzan a disminuir notablemente durante la tercera etapa, una manifestación conocida médicamente como bradicinesia.
A su médico le resultará fácil hacer un diagnóstico definitivo cuando haya llegado a esta etapa de la enfermedad de Parkinson. La discapacidad es evidente en esta etapa y puede resultarle más difícil realizar tareas básicas como vestirse y comer.
Sin embargo, todavía es posible realizar las actividades cotidianas sin ayuda externa. Dependiendo del tipo de trabajo que realice y de la destreza física que requiera, es posible que también pueda seguir trabajando.
Etapa 4
En esta etapa, los síntomas se agravan. No puede realizar sus tareas diarias sin ayuda o, si puede, le resultará muy difícil, lo que le hará casi imposible vivir de forma independiente. Las partes del cuerpo y la lentitud de los movimientos empeoran significativamente. Aún es posible ponerse de pie y caminar por sí solo, pero puede resultar difícil y el uso de un andador puede facilitarlo.
Etapa 5
Esta es la etapa más avanzada de la enfermedad de Parkinson, ya que la mayoría (o todos) de los síntomas que se experimentaban anteriormente empeoran. Se vuelve imposible moverse sin ayuda y es necesario utilizar una silla de ruedas . Tampoco podrá realizar sus tareas de la vida diaria, como comer, vestirse y bañarse por sí solo.
Por ello, es necesario un cuidado de enfermería constante para evitar que se produzcan caídas y otros accidentes. Algunas personas también experimentan delirios, demencia , alucinaciones y confusión en esta etapa.
Es importante saber que la enfermedad de Parkinson, a diferencia de otras afecciones, es muy individual y la forma en que las personas experimentan sus síntomas puede variar enormemente.
Por ejemplo, algunas personas pueden no llegar nunca a la etapa 5 de la enfermedad de Parkinson. En casos poco comunes, los síntomas de una persona pueden volverse graves, pero aun así limitarse a un solo lado del cuerpo.
En el ámbito médico, estas etapas se utilizan como una guía general y, de hecho, constituyen una de las secciones de la Escala Unificada de Calificación de la Enfermedad de Parkinson (UPDRS, por sus siglas en inglés). La UPDRS es el método ampliamente aceptado para clasificar, monitorear y gestionar el progreso de la enfermedad de Parkinson.
Una palabra de Health Life Guide
La enfermedad de Parkinson puede ser un trastorno muy debilitante, pero no está solo. Considere unirse a un grupo de apoyo o comunitario con otras personas afectadas por la enfermedad de Parkinson. Esto puede ayudarlo a estar mejor preparado para los cambios que puede experimentar a medida que avanza su enfermedad. Si puede permitírselo o puede encontrar recursos gratuitos cerca de usted, no se sienta avergonzado de buscar asesoramiento o apoyo de salud mental. Esto desempeñará un papel importante para ayudarlo a sobrellevar mejor la depresión y la enfermedad en su conjunto.
Existen muchas terapias para retardar la progresión de la enfermedad y aliviar sus síntomas, así que asegúrese de explorar ampliamente sus opciones con su proveedor de atención médica.