Las lesiones de rodilla pueden ocurrir por diversas razones, causando dolor e inflamación que pueden interferir con la marcha, el ejercicio o la realización de las tareas cotidianas. Identificar el problema puede ser difícil. En muchos casos, es más fácil describir cuándo se produjo el dolor (por ejemplo, al subir escaleras o correr) que en qué parte de la rodilla se produce.
Una de las lesiones de rodilla más comunes es la rotura del cartílago interno que rodea la articulación. Para este tipo de afección, el diagnóstico se puede realizar de forma sencilla mediante la realización de lo que llamamos la prueba de McMurray.
Índice
Lo que nos dice la prueba de McMurray
La prueba de McMurray (también conocida como prueba de circunducción de McMurray) se utiliza para detectar desgarros internos en la articulación de la rodilla. Es un procedimiento mediante el cual se rota sistémicamente la rodilla para identificar dónde se pueden haber producido o desarrollado desgarros en el cartílago (llamado menisco ).
Un menisco desgarrado es una lesión común causada por una torsión fuerte de la rodilla al practicar deporte, correr o durante una caída o un paso en falso.
Si bien muchas personas asumen que una resonancia magnética sería el primer paso para diagnosticar este tipo de lesión, la prueba de McMurray suele ser suficiente para proporcionar un diagnóstico definitivo.
Cómo se realiza la prueba
La prueba de McMurray se realiza en el consultorio del médico con el paciente desnudo, quedando en ropa interior. Una vez desvestido, se le pedirá a la persona que se tumbe en la mesa de exploración.
El procedimiento en sí implica dos pasos, como se indica a continuación:
- El médico sostiene la rodilla con una mano y la planta del pie con la otra.
- Luego se dobla completamente la rodilla y se tira hacia afuera en una posición de “rodillas juntas”.
- Mientras tanto, el médico comenzará a rotar el pie internamente mientras extiende la rodilla.
- Cualquier dolor o “chasquidos” sirve como diagnóstico positivo de un desgarro lateral del menisco.
La segunda mitad de la prueba se desarrolla de manera similar:
- El médico sostiene la rodilla con una mano y la planta del pie con la otra.
- La rodilla está completamente doblada y tirada hacia afuera en una posición de “piernas arqueadas”.
- Luego, el médico comenzará a rotar el pie externamente mientras extiende la rodilla.
- Cualquier dolor o “chasquidos” sirve como diagnóstico positivo de un desgarro medial del menisco.
Una prueba se considera positiva cuando se siente un clic sobre el menisco cuando la rodilla pasa de una flexión completa (completamente doblada) a 90 grados.
Ventajas y desventajas
La prueba de McMurray es especialmente útil para detectar desgarros en la parte posterior de la rodilla. A veces, con esta maniobra se detectan desgarros centrales.
Por el contrario, los desgarros anteriores (en la parte delantera de la rodilla) no se diagnostican fácilmente y pueden requerir una resonancia magnética o una investigación artroscópica para identificar el daño.
En general, se demostró que la prueba de McMurray tiene una especificidad del 78,5 por ciento (el porcentaje de resultados correctamente negativos) y una sensibilidad del 79,7 por ciento (el porcentaje de resultados correctamente positivos) para diagnosticar desgarros de menisco. Por el contrario, una resonancia magnética tuvo una especificidad informada del 85,7 por ciento y una sensibilidad del 78,3 por ciento.