El esfínter de Oddi (OE) es algo en lo que nunca pensarías, a menos que esté funcionando mal. El OE es una válvula muscular que regula las secreciones de la vesícula biliar y el páncreas hacia el intestino delgado. Cuando esta válvula no funciona como debería, se diagnostica disfunción del esfínter de Oddi (EDO).
La SOD es una afección de salud poco frecuente. En la SOD, el músculo del esfínter sufre un espasmo que hace que permanezca cerrado. Esto puede provocar una acumulación de bilis y enzimas pancreáticas en sus respectivos conductos. Esta acumulación también puede provocar una inflamación del hígado o del páncreas.
La SOD se divide en subtipos:
- SOD tipo I: presencia de dolor, conducto biliar agrandado y niveles elevados de enzimas hepáticas y/o pancreáticas.
- SOD tipo II: presencia de dolor, ya sea con un conducto agrandado o con niveles elevados de enzimas, pero no con ambos
- SOD tipo III: presencia de dolor, pero no se detectan anomalías mediante ecografía o análisis de sangre.
La SOD tipo III puede denominarse SOD funcional y puede subdividirse en SOD biliar funcional y SOD pancreática funcional.
Índice
Factores de riesgo de la SOD
La mayoría de los casos de SOD se producen después de la extirpación de la vesícula biliar o de una cirugía de bypass gástrico para bajar de peso . En los casos que se producen después de la extirpación de la vesícula biliar, la SOD es más frecuente en mujeres que en hombres, pero es importante señalar que la SOD solo afecta a un porcentaje muy pequeño de personas.
Síntomas de SOD
El síntoma principal de la SOD es un dolor intermitente en la parte media o superior derecha del abdomen. El dolor puede extenderse al hombro o al pecho. Los episodios de dolor pueden ser breves o durar varias horas. Los niveles de dolor pueden variar de un episodio a otro y pueden ir desde relativamente leves hasta incapacitantes. Los síntomas relacionados incluyen pérdida de apetito, náuseas y pérdida de peso. También pueden presentarse fiebre, vómitos e ictericia. (Recuerde que los síntomas graves como estos requieren atención médica inmediata).
Diagnóstico
Existen varias pruebas para detectar la SOD. El objetivo de las pruebas diagnósticas es obtener un diagnóstico preciso sobre qué podría estar causando el síntoma de dolor abdominal. A continuación, se presentan algunas opciones de diagnóstico:
Análisis de sangre: suele ser la primera prueba que se realiza. Su médico buscará enzimas hepáticas o pancreáticas elevadas.
Imágenes: Es posible que su proveedor de atención médica quiera obtener una imagen de lo que sucede dentro de usted, en particular de su conducto biliar, hígado y páncreas. Esto se puede hacer mediante radiografías, ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas.
CPRM: La colangiopancreatografía por resonancia magnética utiliza un tinte e imanes para obtener una imagen de los conductos biliares y pancreáticos.
ERCP: La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica utiliza un endoscopio, un medio de contraste y rayos X para examinar los conductos biliares y pancreáticos. La ERCP es bastante invasiva y, por lo tanto, solo se recomienda para pacientes de tipo I o II. La manometría del esfínter se puede realizar durante la ERCP para medir la presión de los músculos del esfínter y se considera que ofrece un diagnóstico definitivo de la enfermedad de OdS.
Tratamiento de la SOD
El tratamiento de la SOD depende de la gravedad de los síntomas. En los casos leves, el médico puede recetar relajantes musculares, antiespasmódicos u otros tipos de analgésicos.
En los casos graves, el esfínter se corta durante una CPRE, un procedimiento conocido como esfinterotomía. Esto se hace para eliminar los cálculos que puedan estar ocultos en los conductos o para mejorar la capacidad de drenaje de los conductos. Este procedimiento se realiza solo si la manometría del esfínter indica la presencia de alta presión dentro del esfínter y se cree que produce un alivio significativo del dolor en aproximadamente el 50 % de los pacientes. Por lo general, se realiza una esfinterotomía sin manometría del esfínter si la persona tiene SOD tipo I. Sin embargo, este procedimiento conlleva riesgos importantes. Uno de los riesgos es el sangrado gastrointestinal resultante del corte del esfínter; el más grave es el riesgo de desarrollar pancreatitis. Otro posible riesgo es que el procedimiento pueda causar cicatrices y, por lo tanto, la reaparición de los síntomas.