Ya sea que hayas estado luchando contra el dolor crónico durante más de una década o que recién estés comenzando a lidiar con dolores y molestias constantes, un diario del dolor puede ayudarte a documentar lo que sientes día a día. Tu diario del dolor es donde escribes todo lo relacionado con tu dolor crónico: qué tipo de dolor tienes, qué nivel de dolor estás experimentando , qué estabas haciendo cuando tenías dolor, etc.
Índice
Por qué un diario del dolor funciona para el dolor crónico
Esta información es útil tanto para usted como para su proveedor de atención médica. Puede utilizarse para ayudar a identificar patrones de dolor, como la hora del día o el nivel de estrés, o los desencadenantes del dolor de determinadas actividades. Un diario del dolor también puede mostrar lo que no aumenta el dolor, lo que puede ayudarle a tomar mejores decisiones sobre cómo pasar el día. Como mínimo, puede ser una buena referencia cuando la memoria no le sirve (por ejemplo, si no está seguro de cómo responder cuando su proveedor de atención médica le pregunta si su dolor empeora después del almuerzo).
Cosas que debes incluir en tu diario del dolor
¿Qué se debe registrar exactamente en un diario del dolor? Cada persona utiliza su diario de forma diferente, pero la mayoría de los profesionales sanitarios recomiendan incluir lo siguiente:
- Califique su dolor con una escala: la mayoría de las escalas de dolor utilizan un sistema de calificación de 0 a 10, en el que 0 representa la ausencia de dolor y 10 representa el peor dolor imaginable. Su dolor generalmente se ubicará en algún punto intermedio.
- Utilice palabras que describan el dolor: ¿Su dolor es ardiente? ¿Hormigueante? ¿Pulsante? El uso de palabras que describan el dolor en su diario puede ayudarlo a realizar un seguimiento de los cambios y patrones en la calidad de su dolor. También puede ayudar a los proveedores de atención médica a identificar su tipo de dolor.
- Controle la hora del día en que siente dolor: ¿Le duele más por la mañana o por la noche? ¿Cómo son sus tardes?
- Anote lo que está haciendo cuando comienza el dolor: ¿Se acababa de levantar de la cama o había estado sentado durante un rato cuando comenzó el dolor? ¿Estaba haciendo ejercicio o utilizando en exceso determinados músculos del cuerpo? Anote cómo se siente después de realizar actividades, como pasear al perro o jugar con los niños.
- Considere los elementos que podrían contribuir a su dolor: piense en los factores externos que pueden aumentar el dolor, como por ejemplo si sufre de rigidez en las articulaciones; ¿esto sucede cuando llueve o hace frío afuera?
- Anota lo que comiste y bebiste ese día: los alimentos y las bebidas pueden contribuir al dolor que estás sintiendo o empeorarlo. Anota todo lo que ingeriste el día que sientes dolor.
- Describe tu estado de ánimo: También es importante que tomes nota de tu estado mental y de cómo te sientes cuando sientes dolor. ¿Estás deprimido? ¿Ansioso? ¿Fatigado? Obviamente, el dolor puede estar desencadenando estas emociones, y tu proveedor de atención médica puede recomendarte que consultes a un especialista en salud mental para tratar los sentimientos que surgen como resultado de tu dolor crónico.