Ha leído todas las listas de verificación, ha recopilado información de varias fuentes y está convencido de que su hijo tiene un trastorno del procesamiento auditivo (TPA). Hay listas de recomendaciones, modificaciones en el aula y terapias disponibles, así que ¿por qué hacer una evaluación?
El diagnóstico preciso del TPA es fundamental porque:
- No todos los problemas de escucha son TPA, aunque el TPA causa problemas de escucha.
- El TPA puede estar asociado con trastornos de lectura, ortografía y lenguaje, pero también con otros trastornos.
- Otros trastornos, como el TDAH, el trastorno del espectro autista y el retraso mental leve, pueden imitar el TPA pero requieren un tratamiento diferente.
- Existen distintos tipos de TPA y se deben tratar de forma diferente. Una lista genérica de sugerencias puede ayudar a tratar ciertos tipos de TPA, pero empeorar otros o, como mínimo, resultar ineficaz.
Índice
Cómo empezar
Si la audición o la escucha son un problema, la primera opción debe ser una evaluación auditiva completa realizada por un audiólogo con experiencia en el trabajo con niños. Puede encontrar audiólogos locales utilizando el sitio web de la Academia Estadounidense de Audiología o la función para encontrar un audiólogo de la Asociación Estadounidense del Habla, el Lenguaje y la Audición . Tenga en cuenta que algunos consultorios médicos ofrecen exámenes de audición a cargo de enfermeras o técnicos, así que asegúrese de preguntar cuáles son las calificaciones de la persona que realiza la prueba a su hijo.
Si no hay pérdida auditiva, se debe investigar más a fondo la posibilidad de un trastorno de la audición. El audiólogo le preguntará sobre las habilidades lingüísticas de su hijo, su historial médico, su rendimiento escolar, las pruebas cognitivas y otras áreas de desarrollo. Si no se han completado otras áreas de desarrollo (como el habla/lenguaje, la psicología, el déficit de atención, etc.) es posible que lo deriven para que se realicen estas evaluaciones antes de realizarle la prueba de trastorno de la audición.
El trastorno del habla y el lenguaje nunca se puede evaluar de forma aislada. Los audiólogos dependen en gran medida de la información que proporcionan otros profesionales, especialmente logopedas, neuropsicólogos, neurólogos y profesores. Los problemas de procesamiento y los problemas cognitivos y lingüísticos suelen coexistir, y disponer de esta información es fundamental para diseñar el mejor programa de tratamiento.
Factores a tener en cuenta antes de la evaluación
¿Su hijo cumple con los criterios para la prueba de APD?
- La detección se puede realizar en niños a partir de los 5 años de edad, pero una prueba completa se reserva para niños de 7 años o más.
- No debería haber problemas cognitivos o de comportamiento significativos.
- El niño debe tener una buena comprensión del idioma que se utilizará para la prueba.
Otras preguntas que debe hacerse son: ¿Cuál es el resultado que desea obtener de las pruebas? ¿Cuánto tiempo puede dedicar a las actividades de remediación?
Después de la prueba
Una vez que se haya obtenido toda la información de las pruebas, el audiólogo comparará el rendimiento de su hijo con la información normativa relacionada con la edad. Las preguntas que intentamos responder son:
- ¿El niño tiene APD o no?
- ¿Qué áreas de procesamiento se ven afectadas?
- ¿En qué parte del cerebro ocurre esto?
- ¿Qué tipo de APD está presente y cómo debe tratarse?
Tipos de APD
Según Bellis y Ferre (Bellis, 2003), existen tres subtipos o perfiles principales de TPA, que se basan en la zona del cerebro afectada:
- Déficit de decodificación auditiva , siendo la región de disfunción la corteza auditiva izquierda ;
- Disfunción prosódica que se origina en la corteza auditiva derecha; y
- Disfunción de integración , que es un problema del cuerpo calloso.
Cada una de estas categorías tiene características y estrategias de gestión específicas y serán discutidas en los siguientes artículos de esta serie.