La rótula bipartita se produce cuando la rótula está formada por dos huesos separados. En lugar de fusionarse en la primera infancia, la rótula permanece separada. La rótula bipartita no suele ser un problema; se presenta en aproximadamente el 2-3% de la población.
Índice
La rótula
La rótula, o patela, es un tipo de hueso llamado hueso sesamoideo. Los huesos sesamoideos están envueltos por un tendón. La patela se encuentra dentro del tendón del cuádriceps y tiene tres funciones importantes:
- Es un punto de apoyo para aumentar la potencia de la articulación de la rodilla.
- Protege la rodilla de traumatismos.
- Su superficie de cartílago lubrica y proporciona nutrición a la articulación de la rodilla.
Normalmente, la rótula se forma a partir de un centro de osificación, un lugar donde se forma el hueso durante el desarrollo fetal y la primera infancia. En algunas personas, se forma un centro de osificación secundario, que puede no fusionarse con el centro de osificación primario. En estas personas, la rótula se forma como dos huesos separados.
Signos de rótula bipartita
La mayoría de las personas con esta afección nunca presentan síntomas. Sin embargo, en algunas personas que tienen una rótula bipartita, el tejido fibroso que conecta las partes del hueso puede inflamarse e irritarse. El tejido que conecta las dos partes del hueso se denomina sincondrosis. Los síntomas de dolor de rodilla que pueden desarrollarse suelen ser el resultado de una lesión directa en la rótula o de una tensión repetida en la sincondrosis. Los síntomas comunes de una rótula bipartita inflamada incluyen:
- Dolor directamente en la rótula
- Hinchazón en la sincondrosis
- Rango de movimiento doloroso de la rodilla
La rótula bipartita se diagnostica con mayor frecuencia como un hallazgo incidental, es decir, se detecta en una radiografía o resonancia magnética realizada para diagnosticar síntomas no relacionados con la rótula. En personas que no presentan síntomas relacionados con la rótula bipartita, no es necesario hacer nada más.
Si las personas presentan síntomas relacionados con la rótula bipartita, a menudo se les realizan radiografías para identificar la rótula anormal. Una resonancia magnética puede ser útil para determinar el grado de inflamación que rodea la rótula bipartita. Una gammagrafía ósea es otra prueba que se puede utilizar para detectar el grado de inflamación alrededor de la rótula anormal, aunque la mayoría de los médicos actualmente utilizan la resonancia magnética en lugar de las gammagrafías óseas.
Opciones de tratamiento
En la mayoría de los casos, no se necesita tratamiento para los pacientes con diagnóstico de rótula bipartita. Si hay síntomas relacionados con la inflamación de la sincondrosis de la rótula bipartita, se puede realizar un tratamiento para intentar calmar la inflamación de la rótula. Es probable que estos tratamientos incluyan:
- Reposo: Dejar descansar la rótula es el primer paso del tratamiento y, a menudo, el único paso necesario para resolver los síntomas de esta afección. El reposo puede incluir la inmovilización de la rodilla en una posición ligeramente flexionada para aliviar la presión sobre la rótula.
- Aplicación de hielo: La inflamación y el alivio del dolor suelen lograrse con la aplicación de compresas frías directamente en la parte delantera de la rótula.
- Medicamentos antiinflamatorios: se pueden utilizar medicamentos orales para ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación. Por lo general, se utilizan medicamentos antiinflamatorios no esteroides (también llamados AINE ) para ayudar a calmar la rótula irritada. En casos más graves, se puede administrar una inyección de cortisona, también un medicamento antiinflamatorio potente, para ayudar a abordar el problema.
- Rodilleras de compresión: las rodilleras pueden ayudar a limitar la movilidad y sujetar la rótula. Una simple rodillera de compresión rotuliana suele ser el tipo de rodillera más útil para esta afección.
En los pocos pacientes que desarrollan síntomas persistentes como resultado de su rótula bipartita, existen opciones de tratamiento quirúrgico . La mayoría de los cirujanos recomiendan probar opciones de tratamiento no quirúrgico durante un mínimo de 6 meses antes de considerar cualquier solución quirúrgica. La cirugía generalmente consiste en extraer el fragmento más pequeño de hueso o separar el músculo que se inserta en el trozo más pequeño de hueso.