La reconstrucción del ligamento cruzado anterior (LCA) es un procedimiento quirúrgico para reemplazar el ligamento desgarrado de una persona que ha sufrido una rotura del LCA . Una vez que una persona ha decidido someterse a una cirugía, deberá tomar varias decisiones sobre la misma junto con su médico. La pregunta más frecuente a la que se enfrentan los pacientes es: ¿qué tipo de injerto de LCA deben elegir?
El injerto de LCA es el tipo de tejido que se utiliza para crear el nuevo ligamento del LCA . La reconstrucción del LCA se puede realizar con varias opciones de injerto diferentes. Las opciones más comunes incluyen tendón rotuliano, tendón de la corva y tejido de donante (aloinjerto). Cada una de estas opciones tiene ventajas y desventajas.
Índice
Reparación vs. reconstrucción
La cirugía del ligamento cruzado anterior (LCA) se conoce comúnmente, aunque no de forma correcta, como reparación del LCA. Una reparación implica que se puede arreglar algo que está desgarrado o roto. Si el LCA está completamente desgarrado, los extremos del ligamento desgarrado no se volverán a unir, incluso si se cosen los extremos desgarrados.
Lo que ha demostrado ser exitoso: quitar los extremos desgarrados del ligamento cruzado anterior y reemplazar el ligamento con una estructura diferente, un procedimiento llamado reconstrucción del ligamento cruzado anterior. Un injerto es tejido que se traslada de un lugar a otro. Cuando la fuente del injerto proviene de la persona que se va a operar, se denomina autoinjerto. Cuando la fuente proviene de un donante (cadáver), se denomina aloinjerto.
Para asegurar el ligamento injertado en la posición del ligamento cruzado anterior normal, se realizan túneles en la tibia y el fémur, y se pasa el injerto a través de estos túneles para reconstruir el ligamento.
Injerto autólogo de tendón rotuliano
El tendón rotuliano es la estructura que se encuentra en la parte frontal de la rodilla y que conecta la rótula (patela) con el hueso de la tibia (tibia). El tendón rotuliano tiene un ancho promedio de entre 25 y 30 mm. Cuando se selecciona un injerto de tendón rotuliano, se extrae el tercio central del tendón rotuliano (aproximadamente 9 o 10 mm) junto con un bloque de hueso en los sitios de unión en la rótula y la tibia.
- Ventajas: Muchos cirujanos prefieren el injerto de tendón rotuliano porque se parece mucho al ligamento cruzado anterior desgarrado. La longitud del tendón rotuliano es aproximadamente la misma que la del ligamento cruzado anterior, y los extremos óseos del injerto se pueden colocar en el hueso donde se une el ligamento cruzado anterior. Esto permite una curación “hueso a hueso”, algo que muchos cirujanos consideran más fuerte que cualquier otro método de curación.
- Desventajas: Cuando se toma el injerto de tendón rotuliano, se extrae un segmento de hueso de la rótula y se elimina aproximadamente un tercio del tendón. Existe el riesgo de fractura o desgarro del tendón rotuliano después de esta cirugía. Además, el problema más común después de esta cirugía es un dolor en la parte delantera de la rodilla (dolor de rodilla anterior). De hecho, los pacientes a veces dicen que tienen dolor al arrodillarse, incluso años después de la cirugía.
Injerto autólogo de tendón de la corva
Los músculos isquiotibiales son el grupo de músculos que se encuentra en la parte posterior del muslo. Cuando se utilizan los tendones isquiotibiales en la cirugía del ligamento cruzado anterior (LCA), se extraen uno o dos de los tendones de estos músculos y se “agrupan” para crear un nuevo LCA. Con el paso de los años, los métodos para fijar estos injertos en su lugar han mejorado.
- Ventajas: El problema más común después de una cirugía de ligamento cruzado anterior (LCA) con el tendón rotuliano es el dolor en la parte delantera de la rodilla. Se sabe que parte de este dolor se debe al injerto y al hueso que se extrae. Esto no es un problema cuando se utiliza el tendón de la corva. La incisión para obtener el injerto es más pequeña y se cree que el dolor, tanto en el período posoperatorio inmediato como en el futuro, es menor.
- Desventajas: El principal problema con estos injertos es la fijación del injerto en los túneles óseos. Cuando se utiliza el tendón rotuliano, los extremos del hueso se unen a los túneles óseos (curación “hueso a hueso”). Con los injertos de isquiotibiales, puede ser necesario un período de tiempo más largo para que el injerto se vuelva rígido.
Aloinjerto (tejido de donante)
Los estudios han sugerido que el aloinjerto (tejido de un donante de un cadáver) tiene tasas de fracaso más altas en pacientes menores de 25 años. Para muchos atletas recreativos , la fuerza del ligamento cruzado anterior (LCA) reconstruido mediante un aloinjerto es suficiente para sus demandas, y los aloinjertos parecen proporcionar la misma estabilidad que los autoinjertos. Por lo tanto, esta puede ser una excelente opción para pacientes mayores o para pacientes que no desean que les extraigan un tendón de otra parte de la rodilla.
- Ventajas: Realizar una cirugía de ligamento cruzado anterior (LCA) con un aloinjerto permite reducir el tiempo de la operación, no es necesario extraer otro tejido para utilizarlo como injerto, las incisiones son más pequeñas y el dolor posoperatorio es menor. Además, si el injerto falla, se puede realizar una cirugía de revisión utilizando el tendón rotuliano o los injertos de los isquiotibiales.
- Desventajas: Históricamente, estos injertos eran de mala calidad y conllevaban un riesgo significativo de transmisión de enfermedades. Más recientemente, las técnicas de preparación de aloinjertos han mejorado drásticamente y estas preocupaciones son un problema menor. Sin embargo, el proceso de preparación del injerto (liofilización) mata las células vivas y disminuye la resistencia del tejido. El riesgo de transmisión de enfermedades también sigue existiendo. Si bien la esterilización y la preparación del injerto minimizan este riesgo, no lo eliminan por completo.
Cómo elegir un injerto de ligamento cruzado anterior (LCA)
Muchos cirujanos prefieren un tipo de injerto por diferentes motivos. La resistencia de los injertos de tendón rotuliano y de tendón de la corva es básicamente la misma. No hay una respuesta correcta sobre cuál es mejor, al menos no una que haya sido probada en estudios científicos.
La resistencia del tejido del aloinjerto es menor que la de otros injertos, pero la resistencia de los injertos de tendón rotuliano y tendón de la corva supera la resistencia de un ligamento cruzado anterior (LCA) normal. El resultado final es que entre el 75 % y el 90 % de todos los pacientes tendrán rodillas clínicamente estables después de la cirugía reconstructiva del LCA.