¿Puede el aumento de las temperaturas globales empeorar los síntomas de la EM?

Niño de pie delante de un ventilador.

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Puntos clave

  • Las investigaciones preliminares muestran un vínculo entre las temperaturas anormalmente cálidas y las visitas al hospital por parte de pacientes con EM.
  • Las temperaturas más cálidas afectan a las personas con EM durante todo el año, no solo durante las olas de calor.
  • Mantenerse fresco puede ayudar a aliviar los síntomas en personas con EM.

En una conversación con un paciente que vive con esclerosis múltiple (EM), Holly Elser, PhD, se enteró de que el calor era especialmente desencadenante de los síntomas de EM del paciente. Cuando llegó a casa esa noche, Elser, una estudiante de medicina de cuarto año en Stanford con un doctorado en epidemiología, investigó más a fondo la investigación sobre el calor y la EM.

A pesar de un conjunto relativamente sólido de investigaciones sobre cómo los cambios repentinos en la temperatura corporal central pueden causar un empeoramiento temporal de los síntomas neurológicos, descubrió una falta de información sobre cómo el clima juega un papel.

“Se habló muy poco sobre las implicaciones del clima y la temperatura para las personas que viven con esclerosis múltiple, a pesar del hecho de que sabemos clínicamente que el calor es un desencadenante importante”, dice Elser.

Para entender mejor la conexión, Elser y su equipo de investigación estudiaron los vínculos entre el clima anormalmente cálido y las visitas al hospital de más de 100.000 personas con EM. Descubrieron que en los meses más cálidos de lo habitual, hubo un aumento en la cantidad de personas que recibieron atención de emergencia o internación por síntomas de EM. La investigación preliminar se publicará en breve y se presentará en la Reunión Anual de la Academia Estadounidense de Neurología el próximo mes.

Qué significa esto para usted

Las personas con esclerosis múltiple suelen experimentar un empeoramiento o reaparición de los síntomas con el aumento de la temperatura corporal. Si tiene EM, puede que valga la pena hacer un seguimiento de su respuesta a la temperatura y prepararse para los días de calor excesivo. Puede prepararse para el calor asegurándose de usar ropa transpirable y tener agua fresca para beber.

Aumento de la temperatura y síntomas de la EM

Las personas con EM suelen experimentar un empeoramiento de los síntomas con un aumento de la temperatura corporal. Este trastorno autoinmunitario ataca la mielina, la vaina que protege las células nerviosas y garantiza que las señales se transmitan rápidamente entre ellas. Las señales pueden viajar a través del sistema nervioso incluso con niveles bajos de mielina. Pero en algunas condiciones, como un aumento repentino de la temperatura corporal, los impulsos nerviosos se bloquean.

Nancy Sicotte, MD, jefa del departamento de neurología y directora del programa de esclerosis múltiple en Cedars-Sinai en California, dice que para los pacientes con EM que son particularmente sensibles al calor, cosas como el ejercicio aeróbico intenso y la lucha contra las infecciones pueden provocar la reaparición de síntomas que parecían haberse resuelto.

“Resulta confuso para los pacientes, cuando reciben el diagnóstico por primera vez, comprender que eso no significa que estén sufriendo un nuevo ataque, no es un nuevo evento inflamatorio”, afirma Sicotte. “Pero es una señal de que han sufrido daños en el sistema nervioso y de que se han recuperado en cierta medida, pero no por completo”.

El impacto del cambio climático

El equipo de investigación estudió los meses en los que la temperatura era inusualmente alta para esa época del año, en concreto, cuando las temperaturas regionales superaban en casi 2 grados o más el promedio a largo plazo para ese mes. De ese modo, pudieron hacer un seguimiento de los efectos del aumento de la temperatura durante todo el año, en lugar de solo durante los períodos de calor extremo.

“El hecho de que todavía veamos los efectos de estas variaciones más sutiles en la temperatura apunta al hecho de que probablemente haya algunas consecuencias no observadas o no reconocidas del cambio climático que no están necesariamente relacionadas con los eventos climáticos y de temperatura extremos más obvios y altamente publicitados, especialmente para las personas que sabemos que son vulnerables”, dice Elser.

Nueve de los diez años más cálidos registrados han ocurrido desde 2005, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica. Durante el próximo siglo, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático proyecta que la temperatura global aumentará más de 2,5 grados, y posiblemente más de 3,5 grados.

“No creo que sea sorprendente”, dice Sicotte. “Definitivamente vemos que la gente sufre más cuando el clima se torna más cálido”.

Estableciendo una tendencia

Para estudiar este vínculo, el equipo de investigación utilizó una gran base de datos de reclamaciones de seguros de más de 7,5 millones de personas entre 2003 y 2017. Identificaron a más de 100.000 personas con EM y crearon una base de datos para rastrear si una persona que era elegible para el seguro visitó el hospital o requirió servicios de emergencia para su EM cada mes.

“Estos estudios basados ​​en la población son útiles para identificar tendencias que serían difíciles de ver”, dice Sicotte.

Un estudio retrospectivo a gran escala de este tipo puede indicar un vínculo entre la temperatura y los síntomas de EM. Pero Elser dice que los datos en realidad solo captan el subconjunto de pacientes con síntomas graves. Es probable que en este estudio no se haya incluido a las personas con EM que experimentan síntomas pero no buscan tratamiento.

“Un trabajo como el nuestro es significativo porque establece una tendencia en un grupo grande de personas durante un largo período de tiempo en todo Estados Unidos, pero realmente motiva la reexaminación de este fenómeno en conjuntos de datos donde hay disponibles medidas más precisas de los síntomas y la discapacidad”, dice Elser.

Para obtener una imagen más detallada del efecto de las anomalías de temperatura en los pacientes con EM, estudios futuros podrían rastrear los síntomas de un conjunto más pequeño de individuos durante un largo período de tiempo.

“Espero que sigamos aprendiendo que no son solo los extremos de temperatura los que importan, sino que puede haber variaciones menores de temperatura que son potencialmente molestas y dañinas para las personas con EM”, dice Elser.

Cómo apoyar a los pacientes con EM

Los profesionales sanitarios suelen recomendar a las personas con EM que se preparen para el calor excesivo cuando salgan al aire libre o hagan ejercicio. Por ejemplo, pueden consultar el tiempo antes de salir de casa para no abrigarse demasiado y acalorarse demasiado, llevar agua fría para beber o usar bufandas o chalecos refrescantes.

“Vemos pacientes que tal vez crecieron en Minnesota o algo así y viven [en el sur de California], pero luego vuelven a casa para Navidad y descubren que se sienten mucho mejor cuando hacen frío”, dice Sicotte.

Elser dice que es importante garantizar que las personas tengan acceso equitativo a los recursos de refrigeración, como vales eléctricos para pagar el aire acondicionado y acceso a estaciones de refrigeración.

“Una parte consiste simplemente en reiterar las cosas que ya sabemos que son efectivas y otra parte consiste en pensar qué pacientes son más vulnerables porque tienen menos acceso a los tipos de recursos que necesitarían para protegerse”, dice Elser.

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