¿Alguna vez has tomado antibióticos para una infección y has terminado con diarrea intensa? Es posible que no haya sido un virus ni algo que hayas comido, sino el resultado de un efecto adverso de un antibiótico.
La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, la diarrea desaparece cuando finaliza el tratamiento con antibióticos y se reanuda la dieta habitual. Si no es así, es posible que su médico le recete un tratamiento para restablecer la armonía de las bacterias en el tracto digestivo.
Índice
Antibióticos y flora intestinal
Normalmente, el intestino grueso mantiene un delicado equilibrio con los miles de millones de bacterias que viven en su interior. La mayoría de ellas son las “bacterias buenas” que ayudan a la digestión y mantienen a raya a las “bacterias malas”.
Los antibióticos actúan eliminando las bacterias, pero no pueden distinguir entre las bacterias “buenas” y las “malas”. Si se altera
el equilibrio natural de la flora intestinal , las bacterias “malas” pueden predominar y provocar heces blandas y diarrea.
La diarrea asociada a antibióticos es más común cuando:
- Se prescribe más de un antibiótico
- Un antibiótico se utiliza durante un período prolongado de tiempo.
- Se toma un antibiótico en dosis más alta.
- Se utiliza un potente antibiótico de amplio espectro.
Ocasionalmente, incluso un antibiótico suave y de espectro estrecho puede causar cambios intestinales.
Una de las bacterias “malas” más comunes se denomina Clostridioides difficile. Si bien suele estar controlada por la flora bacteriana beneficiosa, los antibióticos a veces pueden despojar al cuerpo de esas protecciones. Si esto sucede, C. difficile puede comenzar a multiplicarse y causar síntomas.
La infección aguda por C. difficile es una afección grave que puede provocar diarrea intensa, colitis pseudomembranosa (inflamación del intestino grueso debido a un crecimiento excesivo de C. difficile ) y una emergencia potencialmente mortal conocida como megacolon tóxico .
Tratamiento
En términos generales, la diarrea asociada al uso de antibióticos mejora una vez que se completa el tratamiento con ellos. A veces puede ser necesario cambiar a otro antibiótico si los síntomas son intolerables.
Para prevenir la deshidratación, beba abundante agua (entre ocho y diez vasos de 8 onzas por día) y, de vez en cuando, una bebida deportiva para mantener los niveles de electrolitos. El caldo de pollo y de res ayuda a reemplazar el sodio, mientras que el jugo de frutas y los refrescos ayudan a reemplazar el potasio perdido.
Como la diarrea en realidad está eliminando la infección del organismo, los médicos no suelen recetar medicamentos antidiarreicos a menos que no haya otra opción. Si se confirma una infección por C. difficile , se pueden recetar los antibióticos metronidazol y vancomicina para matar las bacterias y restablecer la flora digestiva normal.
En 2011, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó el antibiótico Dificid (fidaxomicina) y hoy se considera el tratamiento de primera línea para la diarrea asociada a C. difficile .
Sería necesario adoptar medidas de prevención para evitar la propagación de la infección, entre ellas, las buenas prácticas de lavado de manos y la desinfección de cualquier superficie u objeto que pueda haberse contaminado accidentalmente con heces.
El papel de los probióticos
Los estudios han demostrado que reemplazar las bacterias buenas en el intestino también puede ser útil para tratar la diarrea. El lactobacilo es una bacteria que se encuentra en muchos yogures con cultivos activos vivos , en la leche acidófila y como suplemento.
Según un estudio de 2015 de la Universidad de Copenhague, que analizó 17 ensayos controlados aleatorios en los que participaron 3.631 adultos, los suplementos probióticos redujeron a la mitad el riesgo de diarrea asociada a antibióticos en comparación con ningún tratamiento (8,8% frente a 17,7%).
En 2020, la Asociación Estadounidense de Gastroenterología publicó una declaración en la que sugería que algunos adultos y niños que reciben tratamiento con antibióticos podrían beneficiarse de tomar un probiótico como medida para ayudar a prevenir la infección por la bacteria C. difficile .
Resistencia a los antibióticos
Es importante seguir las instrucciones de su médico cuando le recete un tratamiento con antibióticos. Configure recordatorios en su teléfono celular para no olvidarse de una dosis. Si lo hace, tome la dosis inmediatamente, pero no duplique la dosis para ponerse al día. Si lo hace, puede aumentar el riesgo de diarrea y otros efectos secundarios de los medicamentos.
Lo más importante es que siempre termines el tratamiento completo, incluso si te sientes mejor. No terminar el tratamiento completo puede provocar el desarrollo de resistencia a los antibióticos.
La interrupción de los antibióticos antes de que se cure la infección permite que las bacterias resistentes persistan y se multipliquen. Si la infección se repite, la cepa mutante puede ser total o parcialmente resistente al antibiótico, lo que dificulta aún más su curación.
Una actualización de 2017 en el Journal of Clinical Microbiology informó que la tasa de C. difficile resistente a la moxifloxacina ya oscila entre el 2% y el 87% dependiendo de dónde viva.
Una palabra de Health Life Guide
No cabe duda de que los antibióticos son muy beneficiosos para eliminar infecciones que solían acabar con la vida de las personas. Sin embargo, es necesario utilizarlos de forma responsable y con cuidado.
En algunos casos, los profesionales sanitarios recomendarán que se añadan probióticos a la dieta mientras se toman antibióticos. Lavarse las manos puede evitar una mayor propagación de la infección, especialmente entre las personas enfermas o hospitalizadas.
La diarrea grave nunca debe ignorarse ni tratarse por cuenta propia con medicamentos antidiarreicos, ya que esto puede dificultar el tratamiento de la infección subyacente y provocar estreñimiento, que puede ser igualmente molesto.