La pancreatitis es una inflamación del páncreas. La afección puede ser aguda, aparecer de repente y resolverse en aproximadamente una semana, o puede ser crónica, empeorar con el tiempo y requerir un tratamiento a largo plazo. La pancreatitis puede tener complicaciones graves y llegar a poner en peligro la vida. Por ello, el diagnóstico y el tratamiento rápidos, posiblemente con cirugía, son fundamentales.
La pancreatitis es la causa más común de hospitalizaciones relacionadas con problemas gastrointestinales en los Estados Unidos.
Índice
El papel del páncreas
El páncreas es una glándula grande que se encuentra detrás del estómago y cerca del duodeno, la primera sección del intestino delgado. El páncreas secreta enzimas digestivas potentes que ingresan al intestino delgado a través de un conducto que luego desemboca en el duodeno. Estas enzimas ayudan a digerir grasas, proteínas y carbohidratos.
El páncreas también libera en el torrente sanguíneo las hormonas insulina y glucagón, que desempeñan un papel importante en el metabolismo del azúcar.
La pancreatitis ocurre cuando las enzimas digestivas se activan mientras aún están en el páncreas y comienzan a atacar el órgano, lo que provoca inflamación y eventualmente daño si persiste.
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Aparece de repente
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Generalmente se resuelve en una o dos semanas.
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Puede causar muchas complicaciones graves, pero la mayoría de las personas se recuperan completamente con el tratamiento.
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Puede aparecer después de un caso de pancreatitis aguda.
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Se desarrolla gradualmente y empeora con el tiempo.
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No cura ni mejora
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Provoca daños permanentes en los órganos que pueden causar problemas digestivos y metabólicos.
Pancreatitis aguda
Se estima que cada año se producen en Estados Unidos entre 40 y 50 casos de pancreatitis aguda por cada 100.000 personas. Esta enfermedad ocurre cuando el páncreas se inflama repentinamente y luego mejora.
Algunas personas pueden tener más de un ataque, pero recuperarse completamente después de cada uno.
Causas
La pancreatitis aguda es causada comúnmente por lo siguiente:
- Cálculos biliares
- Consumo crónico de alcohol
Los cálculos biliares son la causa más común de pancreatitis aguda en los Estados Unidos, y el riesgo de pancreatitis relacionada con cálculos biliares aumenta con la edad; también es mayor en mujeres que en hombres.
Otras causas de pancreatitis aguda incluyen:
- Medicamentos recetados
- Traumatismo en el abdomen
- Cirugía abdominal
- Hipertrigliceridemia ( niveles altos de triglicéridos , una grasa en la sangre)
- Infecciones virales, como las paperas.
- Infecciones bacterianas, como la Salmonella
- Anormalidades vasculares, como vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos)
- Hipercalcemia (niveles elevados de calcio en la sangre)
- Anormalidades hereditarias del páncreas o del intestino
- Tumores o cáncer de páncreas
- Alta exposición a productos químicos agrícolas, como el insecticida organofosforado
- Enfermedades autoinmunes, como la enfermedad inflamatoria intestinal o la enfermedad celíaca.
En aproximadamente el 15% de los casos, la causa es desconocida. El tabaquismo es un factor de riesgo de pancreatitis aguda, al igual que la obesidad y la diabetes no controlada. Tener diabetes tipo 2 también aumenta el riesgo de sufrir un caso grave de pancreatitis.
Síntomas
La pancreatitis aguda suele comenzar con dolor en la parte superior del abdomen que puede durar unos días. El dolor suele ser intenso, pero también puede ser leve. Puede ser un dolor constante sólo en el abdomen o puede extenderse a la espalda y otras zonas.
El dolor puede ser repentino e intenso, o puede comenzar como un dolor sordo que se agrava al comer y empeora lentamente. Otros síntomas incluyen:
- Hinchazón
- Abdomen sensible
- Náuseas
- Vómitos
- Diarrea
- Hipo
- Indigestión
- Fiebre
- Aumento de la frecuencia del pulso
- Sentirse o verse muy enfermo
- Ictericia , una coloración amarillenta de la piel y del blanco de los ojos.
- Taburetes de color arcilla
Aproximadamente el 15% de los pacientes con pancreatitis aguda desarrollan una enfermedad grave.
En casos graves, puede haber sangrado en la glándula, daño tisular grave, infección y quistes. Las enzimas y toxinas pueden ingresar al torrente sanguíneo y dañar gravemente órganos como el corazón, los pulmones y los riñones.
El paciente puede deshidratarse y tener presión arterial baja . En los casos más graves, puede producirse sangrado en el páncreas, lo que puede provocar un shock y, en ocasiones, la muerte.
Diagnóstico
Durante los ataques agudos, se detectan en los análisis de sangre niveles elevados de amilasa y lipasa, enzimas digestivas que se forman en el páncreas. La lipasa es más específica para la inflamación pancreática que la amilasa. También pueden producirse cambios en los niveles sanguíneos de calcio, magnesio, sodio, potasio y bicarbonato.
Los pacientes también pueden tener cantidades elevadas de azúcar y lípidos (grasas) en la sangre. Estos cambios ayudan al médico a diagnosticar la pancreatitis. Una vez que el páncreas se recupera, los niveles de estas sustancias en la sangre suelen volver a la normalidad.
Tratamiento
El tratamiento que recibe el paciente depende de la gravedad del ataque. A menos que se produzcan complicaciones, la pancreatitis aguda suele mejorar por sí sola, por lo que el tratamiento es de apoyo en la mayoría de los casos. Por lo general, el paciente es ingresado en el hospital.
El médico prescribe líquidos intravenosos para restablecer el volumen sanguíneo. Es posible que se traten los riñones y los pulmones para evitar su insuficiencia. También es posible que se necesite tratamiento para otros problemas, como los quistes en el páncreas.
En ocasiones, el paciente no puede controlar los vómitos y necesita que le introduzcan un tubo por la nariz hasta el estómago para extraer líquido y aire. En los casos leves, el paciente puede no comer durante tres o cuatro días, pero se le administran líquidos y analgésicos por vía intravenosa. En los casos graves, el paciente puede recibir alimentación por vía intravenosa durante tres a seis semanas mientras el páncreas se cura lentamente.
Un ataque agudo suele durar sólo unos días, a menos que los conductos estén bloqueados por cálculos biliares.
Puede ser necesaria una cirugía si surgen complicaciones como infecciones, quistes o sangrado. Se pueden administrar antibióticos si hay signos de infección.
Los ataques causados por cálculos biliares pueden requerir la extirpación de la vesícula biliar o la cirugía de los conductos biliares, que son conductos que conectan el hígado con el intestino delgado. Los conductos biliares transportan los cálculos biliares y pueden producirse obstrucciones.
Cuando existe una lesión grave con muerte de tejido, se puede realizar una operación para extirpar dicho tejido.
Entre el 16% y el 25% de los pacientes con pancreatitis aguda sufrirán otro episodio en el plazo de unos años. Prevenir esta recurrencia es un objetivo principal del tratamiento.
Una vez que hayan desaparecido todos los signos de pancreatitis aguda, el médico determinará la causa y tratará de prevenir futuros ataques. En algunos pacientes, la causa del ataque es clara; en otros, es necesario realizar más pruebas.
El plan de prevención dependerá de la causa, pero puede incluir algunos cambios en la dieta, como limitar los alimentos fritos y las comidas copiosas y evitar el alcohol.
Cuando hay cálculos biliares
La ecografía se utiliza para detectar cálculos biliares y puede proporcionar una idea de la gravedad de la pancreatitis. Cuando se detectan cálculos biliares, suele ser necesaria una cirugía . Por lo general, implica una colecistectomía (extirpación de toda la vesícula biliar).
Si un cálculo biliar está bloqueando uno de los conductos pancreáticos, también será necesario extraerlo. Si se trata de una enfermedad leve, la cirugía debe realizarse dentro de los siete días posteriores a la pancreatitis aguda. Si se trata de una enfermedad grave, es posible que le recomienden esperar hasta que disminuya la inflamación activa para tratar de prevenir futuros episodios de pancreatitis.
También se puede utilizar una tomografía axial computarizada (TAC) para determinar qué está sucediendo dentro y alrededor del páncreas y la gravedad del problema. Esta es una información importante que el médico utilizará para determinar cuándo extraer los cálculos biliares.
Una vez que se eliminan los cálculos biliares y desaparece la inflamación, el páncreas suele volver a la normalidad.
Pancreatitis crónica
La pancreatitis crónica puede desarrollarse después de un solo ataque agudo, especialmente si los conductos se dañan o si la lesión del páncreas continúa. Con el tiempo, la afección afecta la capacidad de la persona para digerir los alimentos y producir hormonas pancreáticas.
Se estima que cada año se producen entre 5 y 12 casos de pancreatitis aguda por cada 100.000 personas.
Causas
Las causas de la pancreatitis crónica incluyen:
- Consumo excesivo y continuado de alcohol
- Conductos pancreáticos o biliares bloqueados
- Mutaciones genéticas debidas a la fibrosis quística
- Trastornos autoinmunes
- Una forma hereditaria de pancreatitis que puede deberse a anomalías enzimáticas.
El daño al páncreas causado por el consumo de alcohol puede no causar síntomas durante muchos años y luego la persona puede sufrir repentinamente un ataque de pancreatitis.
La pancreatitis crónica tiene muchas causas, pero entre el 70% y el 80% de los casos se deben al abuso crónico de alcohol.
El daño al páncreas causado por el consumo de alcohol puede no causar síntomas durante muchos años y luego la persona puede sufrir repentinamente un ataque de pancreatitis. Es más común en hombres que en mujeres y suele desarrollarse entre los 30 y 40 años.
Las formas hereditarias de pancreatitis crónica parecen deberse a anomalías de las enzimas pancreáticas que hacen que autodigieran el órgano.
Síntomas
En las primeras etapas, el médico no siempre puede determinar si un paciente padece una enfermedad aguda o crónica. Los síntomas pueden ser los mismos.
Las personas con pancreatitis crónica pueden presentar los siguientes síntomas:
- Dolor abdominal superior
- Náuseas
- Vómitos
- Diarrea
- Pérdida de peso
- Heces aceitosas o grasas
- Heces de color arcilla o pálidas
Algunos pacientes no sienten dolor, pero la mayoría sí. El dolor puede ser constante en la espalda y el abdomen; para algunos, los ataques de dolor son incapacitantes.
En algunos casos, el dolor abdominal desaparece a medida que la enfermedad avanza. Los médicos creen que esto sucede porque el páncreas ya no produce enzimas pancreáticas.
Los pacientes con esta enfermedad suelen perder peso, incluso cuando su apetito y sus hábitos alimentarios son normales. Esto ocurre porque el cuerpo no secreta suficientes enzimas pancreáticas para descomponer los alimentos, por lo que los nutrientes no se absorben normalmente. La mala digestión provoca la pérdida de grasa, proteínas y azúcar en las heces.
La diabetes también puede desarrollarse en esta etapa si las células productoras de insulina del páncreas (células de los islotes) han sido dañadas.
Diagnóstico
El diagnóstico puede ser difícil, pero se puede realizar con la ayuda de varias técnicas nuevas. Las pruebas de función pancreática ayudan al médico a decidir si el páncreas todavía puede producir suficientes enzimas digestivas. El médico puede ver anomalías en el páncreas mediante varias técnicas de diagnóstico por imagen:
- Imágenes ultrasónicas
- Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE)
- Tomografías computarizadas
En etapas más avanzadas de la enfermedad, cuando hay diabetes y malabsorción (un problema debido a la falta de enzimas), el médico puede utilizar una serie de análisis de sangre, orina y heces para ayudar en el diagnóstico de pancreatitis crónica y monitorear la progresión de la enfermedad.
Tratamiento
El tratamiento de la pancreatitis crónica suele consistir en aliviar el dolor y controlar los problemas nutricionales y metabólicos. El paciente puede reducir la cantidad de grasa y proteína que se pierde en las heces reduciendo la ingesta de grasas y tomando pastillas que contengan enzimas pancreáticas. Esto dará como resultado una mejor nutrición y un aumento de peso.
A veces es necesario administrar insulina u otros medicamentos para controlar el nivel de azúcar en sangre del paciente.
En algunos casos, se necesita una cirugía para aliviar el dolor drenando un conducto pancreático agrandado. A veces, se extirpa parte o la mayor parte del páncreas en un intento de aliviar el dolor crónico.
Los pacientes con pancreatitis crónica deben dejar de beber, seguir las dietas prescritas y tomar los medicamentos adecuados para tener menos ataques y más leves.