Las estatinas se encuentran entre los medicamentos más recetados en los EE. UU., con ventas anuales de más de 18 mil millones de dólares, según una investigación de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago.
Se sabe que las estatinas reducen significativamente las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral al reducir el nivel de colesterol “malo” en la sangre. Pero ya no se recetan basándose únicamente en los resultados de los análisis de sangre de una persona. Hoy en día, las estatinas se utilizan cuando una persona tiene un riesgo del 7,5 % o más de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral en los próximos 10 años, en pacientes que padecen una enfermedad cardiovascular conocida.
Índice
Lista de estatinas aprobadas
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos ha aprobado actualmente once medicamentos con estatinas, incluidos cuatro fármacos combinados en dosis fijas. Los siete fármacos principales son:
- Lipitor (Atorvastatina)
- Lescol (Fluvastatina)
- Mevacor (Lovastatina)
- Livalo (Pitavastatina)
- Pravachol (Pravastatina)
- Zocor (Simvastatina)
- Crestor (Rosuvastatina)
También están disponibles versiones genéricas de bajo costo.
Beneficios de las estatinas
Los medicamentos con estatinas reducen los niveles de colesterol al inhibir una enzima hepática, conocida como HMG Co-A reductasa, que es clave para la síntesis de colesterol. El uso constante de estos medicamentos se asocia con una reducción significativa del colesterol LDL “malo”, una reducción moderada de los triglicéridos y un pequeño aumento del colesterol HDL “bueno” .
Estos efectos se traducen en beneficios cardiovasculares adicionales, que incluyen:
- Una reducción en la acumulación de placa en las paredes de las arterias.
- La estabilización de las placas para que no se desprendan y provoquen una obstrucción arterial en el corazón o el cerebro.
- Disminución de la inflamación arterial medida mediante la prueba de proteína C reactiva (PCR)
- Disminución de la formación de coágulos sanguíneos en el lugar de una obstrucción.
Estos efectos también pueden ayudar a reducir la presión arterial, en particular en personas con prehipertensión que aún no toman medicamentos para la presión arterial.
Efectos secundarios comunes de las estatinas
Si bien las estatinas ofrecen beneficios significativos para las personas con riesgo de enfermedad cardiovascular, su uso puede tener efectos secundarios . La mayoría son de gravedad leve a moderada y suelen desaparecer una vez que el cuerpo se adapta al tratamiento. Los más comunes son:
- Náuseas
- Gas
- Malestar estomacal
- Dolor de cabeza
- Mareo
- Fatiga
- Erupción
- Alteración del sueño
- Concentración reducida
- Dolores musculares
Las estatinas también pueden provocar un aumento de las enzimas hepáticas en uno de cada 100 usuarios. En la mayoría de los casos, este aumento no se asocia a un daño hepático grave o permanente, pero se debe tener cuidado si se prescriben estatinas a personas con disfunción hepática subyacente.
Las estatinas también parecen aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo II en algunas mujeres, especialmente en las posmenopáusicas.
Quién debe y quién no debe tomar estatinas
A lo largo de los años ha habido cierta controversia sobre si las estatinas son necesarias o igualmente beneficiosas en todos los grupos. Algunos han interpretado erróneamente que esto significa que las estatinas no tienen ningún beneficio y, peor aún, que pueden ser dañinas. Esto no es cierto.
En 2016, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF, por sus siglas en inglés) emitió unas directrices actualizadas que simplemente indicaban que la evidencia era “insuficiente” para recomendar el inicio del tratamiento con estatinas en personas de 76 años o más que no tuvieran antecedentes de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. La Asociación Estadounidense del Corazón y el Colegio Estadounidense de Cardiología también reflejan esta actualización en sus directrices de 2018.
La declaración del USPSTF no fue ni una crítica a las estatinas en este grupo ni una sugerencia de que las personas deberían dejar de tomar sus medicamentos con estatinas una vez que cumplan 76 años. Más bien, sugiere que los beneficios pueden ser menores y que el juicio clínico debe hacerse caso por caso.
El USPSTF también emitió recomendaciones sobre el uso de estatinas en los siguientes grupos de riesgo:
- Se recomienda el tratamiento con estatinas en dosis bajas a moderadas para adultos de 40 a 75 años que no hayan tenido un ataque cardíaco o un derrame cerebral, pero que estén en riesgo de sufrir uno. La determinación se realiza en función de si la persona tiene uno o más factores de riesgo de enfermedad cardiovascular y un riesgo calculado de más del 7,5 % de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral en los próximos 10 años.
- El tratamiento también puede iniciarse, con criterio clínico, en adultos del mismo grupo de edad que presenten uno o más factores de riesgo cardiovascular y un riesgo calculado entre 7,5 y 10%