Si su ser querido tiene Alzheimer u otra forma de demencia, es posible que se pregunte cómo afrontar las malas palabras y otros insultos, palabras que pueden resultar chocantes cuando salen de la boca de un familiar o amigo que nunca ha hablado así. Veamos por qué algunas personas con demencia dicen malas palabras, los posibles desencadenantes del lenguaje grosero y lo que puede hacer para afrontarlo.
Índice
Síntomas
Muchas personas con enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia siguen un camino similar a medida que avanza la enfermedad, aunque no todos presentan los mismos síntomas . Los cambios cognitivos, como la pérdida de memoria, son un sello distintivo de la demencia, pero también pueden desarrollarse conductas desafiantes , como el lenguaje grosero.
A veces, la persona puede decir malas palabras, incluso si nunca antes en su vida lo ha hecho. Es comprensible que esto pueda resultar hiriente y embarazoso para la familia o los amigos de esa persona.
Causas
La demencia es una enfermedad que afecta al cerebro, que controla el lenguaje. Por eso, a veces las personas con demencia tienen dificultades para encontrar las palabras adecuadas o, a medida que la enfermedad avanza hacia las últimas etapas , pueden llegar a no poder hablar en absoluto.
Otro efecto de la demencia puede ser la pérdida de un filtro que permite pronunciar las palabras. Palabras que de otro modo se captarían antes de ser pronunciadas, ahora pueden pronunciarse libremente debido a la pérdida de inhibiciones y a los cambios de personalidad que a veces se desarrollan a medida que avanza la demencia. Una persona que nunca hubiera querido hacer daño a los demás antes de desarrollar demencia, ahora puede insultar a alguien con nombres hirientes y ofensivos.
La demencia también puede desencadenar frustración por las muchas pérdidas cognitivas y la necesidad de depender de otros para obtener ayuda, y toda esa frustración puede manifestarse, a veces a través de malas palabras y apodos.
Desencadenantes
Desde reconocer los desencadenantes hasta considerar su reacción, hay muchas cosas que pueden ayudarlo a lidiar con el lenguaje grosero y los arrebatos de su ser querido. No todas estas cosas funcionarán con todas las personas en todo momento, y es posible que descubra que un enfoque en particular, como redirigir y distraer, funciona mejor que otro.
Pero lo más importante es reconocer que tienes opciones , incluso tomar un descanso si lo necesitas (si tu ser querido está seguro y puede quedarse solo).
Si existe un patrón que parece provocar las malas palabras (pero a menudo no lo hay), a veces puede ser posible evitar esa circunstancia o “desencadenante”.
Factores desencadenantes conductuales comunes en la demencia
- Un cambio de rutina
- Entorno sobreestimulante
- Un espacio desconocido
- Falta de espacio personal
- Un enfrentamiento con un ser querido o un extraño
- Sentirse condescendiente
Con estos factores desencadenantes, todos podemos sentir ansiedad o frustración, pero combinados con los cambios cognitivos y la pérdida de inhibición que produce la demencia, la reacción puede verse magnificada. Puede resultarle útil considerar las circunstancias a las que se enfrenta su ser querido que podrían hacerle sentir aprensión o frustración.
Los desencadenantes psicológicos (cognitivos) también pueden provocar lenguaje grosero. Algunos de estos desencadenantes potenciales pueden incluir delirios y paranoia.
Albardilla
Incluso cuando comprendes las razones, las malas palabras de una persona con demencia a veces pueden ser como una flecha. Es doloroso oír a alguien decir algo sobre ti que no es cierto. Al mismo tiempo, sabemos que discutir con alguien con Alzheimer a menudo tiene consecuencias negativas.
Hay varias estrategias a las que puede recurrir cuando se enfrenta a un lenguaje grosero u otros comportamientos desafiantes por parte de una persona con demencia. Es importante practicarlas para tenerlas a mano cuando las necesite.
Elige tu reacción
Supongamos que no hay una causa o un desencadenante claros para la blasfemia, sino que parece ser aleatoria y no provocada. Si este es el caso, y aunque no puedas evitarla, puedes optar por no reaccionar y no molestarte por ello.
Puede resultar difícil escuchar a un ser querido hablar así, pero recuerda que tu familiar o amigo no “elige” actuar de esta manera. Tu calma puede, en ocasiones, facilitar la calma en tu ser querido.
Si usted es el blanco de una conducta hiriente, es importante recordar que la realidad de su ser querido no es la suya. Trate de no tomárselo demasiado a pecho.
Poner límites
Puede intentar hablar con un tono de voz firme y tranquilo y decirle a su ser querido que no puede hablar de esa manera ni usar esas palabras. A veces esto puede funcionar, especialmente si se encuentra en las primeras etapas de la demencia. Otras veces puede resultar completamente ineficaz y el lenguaje grosero puede parecer casi involuntario.
Sigue adelante
Si puedes, deja que las palabras resbalen por tu espalda. Conservarás tu energía y alegría de vivir si eres capaz de dejarte llevar por la corriente en lugar de tomártelo a pecho. Puede que necesites algo de práctica para lograrlo antes de que las palabras pierdan su efecto en tu paz mental.
Redirigir y distraer
Es posible que un simple cambio de conversación o de escenario sea suficiente para que su ser querido con demencia deje de decir malas palabras. Pruebe a poner su equipo de béisbol favorito o su programa religioso en la televisión, o ponga una grabación musical.
Las actividades físicas, como salir a caminar o ir a la playa, pueden cumplir una doble función: distraer a su ser querido y proporcionar una salida para la oleada de adrenalina que alimenta los arrebatos de ira.
Hacer una pausa
Si su ser querido se encuentra en un lugar seguro y puede estar solo, dese un descanso de 10 minutos si se siente molesto. Durante esos 10 minutos, recuerde que su ser querido no tiene la capacidad de controlar su lenguaje.
A veces resulta útil considerar que el lenguaje grosero es la enfermedad la que habla, en lugar de tu ser querido. Separar las conductas de la persona a la que amas puede ayudarte a evitar personalizar los arrebatos.
Cómo afrontar los arrebatos públicos
Puede resultar bastante difícil que su ser querido diga malas palabras cuando usted está solo o con familiares y amigos que conocen su demencia, pero estar en público puede ser francamente vergonzoso.
La Asociación de Alzheimer tiene una gran sugerencia: lleve consigo tarjetas de tamaño comercial con las siguientes palabras impresas: “Gracias por su paciencia. Mi compañero tiene la enfermedad de Alzheimer”.
Esta es una manera maravillosa de comunicarse con otras personas que lo rodean y que tal vez estén escuchando a su ser querido usar un lenguaje grosero y no sepan qué decir o cómo responder. Esta explicación simple puede permitirle evitar rápidamente que las personas se ofendan.
Una palabra de Health Life Guide
Decir malas palabras no es algo poco común entre las personas con demencia, incluso entre aquellas que nunca han pronunciado una sola palabra de cuatro letras en su vida. Los cambios de personalidad y la pérdida de inhibiciones a medida que la enfermedad progresa pueden dar lugar a muchos comportamientos desafiantes, incluso para aquellas personas que se oponían abiertamente a las malas palabras antes de padecer demencia.
Para afrontar mejor los desafíos, tómese el tiempo para identificar y evitar los desencadenantes comunes y tome medidas para evitar personalizar los arrebatos, ya sea en casa o en público.
Deja que la compasión dirija tus acciones. No se trata de ser un mártir, sino de enmarcar el lenguaje grosero como un síntoma de demencia para que puedas conservar tu objetividad y seguir apreciando a la persona que siempre has amado.