El síndrome de pinzamiento anterior del tobillo es una afección que se produce cuando se forman espolones óseos en la parte delantera de la articulación del tobillo. Los espolones óseos pueden formarse en el extremo del hueso de la espinilla (tibia), en la parte superior del hueso del tobillo (astrágalo) o en ambos. Cuando se empuja el pie hacia arriba, los espolones óseos pinchan y provocan dolor en la parte delantera del tobillo.
Índice
¿Quién está en riesgo?
El síndrome de pinzamiento anterior del tobillo se conoce a menudo como “tobillo de atleta” o “tobillo de futbolista”. Se cree que esta afección es el resultado de microtraumatismos repetitivos ( lesión por uso excesivo ) en el tobillo, aunque tiene otras posibles causas, incluido el esguince de tobillo.
Esta lesión es común en deportistas y artistas cuyas actividades requieren dorsiflexión repetitiva del tobillo (levantar el pie hacia arriba a la altura del tobillo). Esto incluye:
- Los futbolistas, que también sufren muchos golpes del balón y de otros jugadores en el tobillo.
- Jugadores de fútbol
- Bailarines de ballet
- Corredores
- Gimnastas
Los espolones óseos y osteofitos pueden aparecer en las radiografías de algunos atletas que no presentan síntomas.
Síntomas
Por lo general, las personas con pinzamiento anterior del tobillo sienten dolor en la parte delantera de la articulación del tobillo, especialmente cuando se empuja el pie hacia arriba en dirección a la tibia (dorsiflexión). Esta zona suele estar sensible y, en ocasiones, se puede sentir el espolón óseo en la parte delantera del tobillo.
El dolor a menudo se alivia cuando se permite que el tobillo realice una flexión plantar (como cuando el dedo del pie está en punta o el pie está en una posición relajada).
Los esguinces de tobillo repetidos son otro síntoma. Es posible que notes que tu tobillo está hinchado después de la actividad.
Diagnóstico
Los proveedores de atención médica generalmente diagnostican el pinzamiento anterior del tobillo con un examen físico y una radiografía.
Se pueden utilizar otras pruebas de diagnóstico por imágenes, como una resonancia magnética, una ecografía (especialmente para el pinzamiento de tejidos blandos) o una tomografía computarizada, para confirmar el diagnóstico y verificar si hay otros problemas en la articulación del tobillo que podrían estar causando su dolor.
Tratamiento
El tratamiento habitual del síndrome de pinzamiento anterior del tobillo tiene como objetivo reducir la inflamación en el lugar del pinzamiento. Esto se puede lograr con:
- Descansar
- Medicamentos antiinflamatorios orales
- Aplicaciones de hielo
- Cuñas de tacón en zapatos
- Un aparato ortopédico para el tobillo
- Posiblemente, inyección de cortisona
Si ha tenido esguinces de tobillo repetidos, puede considerar la posibilidad de utilizar una tobillera. Su médico puede recetarle aparatos ortopédicos para corregir la alineación del pie, si es necesario.
Procedimientos quirúrgicos
Si estos tratamientos no tienen éxito, su proveedor de atención médica puede recomendarle cirugía.
En un procedimiento quirúrgico llamado desbridamiento artroscópico, el cirujano hace pequeñas incisiones y utiliza un espejo para ver el interior del tobillo y eliminar los espolones óseos que causan el pinzamiento.
En el caso de osteofitos grandes, se puede recomendar un procedimiento quirúrgico llamado desbridamiento abierto , que implica una incisión más grande. Esta cirugía debe realizarse con cuidado para garantizar que no se dañe la arteria ni el nervio peroneo profundo en esta zona del tobillo.
El desbridamiento artroscópico de las lesiones óseas y de los tejidos blandos ha tenido una buena tasa de éxito, un tiempo de recuperación más corto y un retorno más rápido a las actividades deportivas en comparación con la cirugía de desbridamiento abierta. Las investigaciones sugieren que la mayoría de las personas experimentan un buen alivio del dolor después de la cirugía artroscópica, pero solo alrededor de una cuarta parte de los estudiados pudieron volver a su nivel anterior de capacidad atlética dentro de los dos años posteriores al procedimiento.
Después de la cirugía, deberá usar una bota para caminar durante dos semanas, seguida de fisioterapia para recuperar la amplitud de movimiento, aumentar la fuerza y mejorar la resistencia. Si todo va bien, es probable que le permitan volver a practicar deportes después de seis a ocho semanas.