Los síntomas de la degeneración macular húmeda relacionada con la edad (DMRE) suelen incluir problemas para leer y distorsión de la visión, que puede estar presente en un ojo. La DMRE húmeda suele observarse como una progresión de la DMRE seca .
Índice
Anatomía
Para comprender completamente los síntomas de la DMAE húmeda, es importante conocer algunos términos básicos de anatomía y fisiología relacionados con el ojo, entre los que se incluyen los siguientes:
- Esclerótica : También conocida como la parte blanca del ojo, la esclerótica funciona como una capa protectora externa.
- Lente : Ubicada en la parte frontal del ojo, esta estructura enfoca las imágenes en la retina.
- Retina : Ubicada en la pared interna posterior del ojo, la retina está formada por células nerviosas especiales que reaccionan a la luz. La parte específica de la retina que está alrededor del área de visión central se llama mácula. Aquí es donde el ojo enfoca las imágenes que vemos.
- Coroides : La capa vascular (que contiene vasos sanguíneos) del ojo que se encuentra entre la retina y la esclerótica.
- Mácula : permite la visión con detalles nítidos (permitiendo a una persona ver pequeños detalles, como leer letras pequeñas) en la línea de visión directa de una persona.
Progresión a DMAE húmeda
Existen dos formas de DMAE: la seca y la húmeda. La DMAE seca provoca el adelgazamiento de la mácula y provoca síntomas de visión borrosa y reducción de la visión central.
La forma húmeda es el resultado del crecimiento anormal de los vasos sanguíneos. Estos vasos sanguíneos anormales, que se forman debajo de la mácula, pueden dejar escapar líquido y sangre al ojo. La DMAE húmeda, que puede progresar muy rápidamente, puede causar problemas graves de visión (como puntos ciegos o pérdida de la visión central).
En aproximadamente el 10% al 15% de las personas con DMAE, la afección progresará a DMAE húmeda. La mayoría de las veces, la persona primero tiene DMAE seca, que con el tiempo evoluciona hacia la forma húmeda de la afección.
En la DMAE húmeda, se forman nuevos vasos sanguíneos de forma anormal en la capa vascular y coroidea del ojo. Esto se conoce como neovascularización coroidea. Estos nuevos vasos anormales son naturalmente débiles y frágiles y, por lo tanto, dejan escapar líquido y sangre.
La filtración se acumula en las capas de la retina (incluida la mácula) y puede acabar provocando cicatrices que dañan las células de la retina, que dejan de funcionar con normalidad y reducen la visión.
Síntomas frecuentes
Cuando la DMAE húmeda comienza a manifestarse, es posible que no se presente ningún síntoma. De hecho, es posible que la afección no se detecte hasta que empeore o cuando afecte a ambos ojos. Esto se debe a que, al principio, el ojo sano puede compensar al ojo afectado.
Los síntomas de la DMAE húmeda pueden comenzar con una ligera visión central borrosa (tanto de cerca como de lejos). A medida que la afección progresa, la zona borrosa se hace más grande. A continuación, pueden aparecer puntos ciegos y es posible que tenga problemas para ver los detalles con claridad.
Otros síntomas de la DMAE húmeda pueden incluir:
- Síntomas notables cuando se cierra un ojo
- Visión distorsionada (las líneas rectas pueden aparecer dobladas u onduladas)
- Dificultad para leer
- Dificultad para ver detalles con poca luz
- Dificultad para leer, conducir y ver la televisión.
- Dificultad para reconocer caras
- Visión central reducida en uno o ambos ojos (esto puede ocurrir rápidamente, a veces en cuestión de días o semanas)
- Un punto ciego o borroso bien definido en el centro del campo de visión causado por tejido cicatricial (este es un síntoma avanzado de DMAE húmeda); el punto ciego puede verse gris, rojo o negro
- Progresión rápida (empeoramiento) de los síntomas
Algunas personas no notan los síntomas en absoluto en las etapas iniciales de la enfermedad a menos que cierren el ojo sano. Esta es una de las razones por las que es tan importante hacerse exámenes oculares con regularidad, en particular si se tiene la forma seca de DMAE, porque puede progresar a la forma húmeda de la enfermedad muy rápidamente.
La DMAE húmeda no suele causar pérdida de la visión periférica (lateral). Por lo tanto, no suele causar ceguera total.
Síntomas raros
Existen varios síntomas de la DMAE húmeda que se consideran raros o poco comunes. Entre ellos se incluyen los siguientes:
- Cambios en la percepción del color : el color puede parecer menos intenso cuando se ve con un ojo que con el otro. Esto puede ocurrir cuando la DMAE húmeda afecta solo a un ojo.
- Retraso en la adaptación a la oscuridad : síntoma que implica un aumento del tiempo necesario para adaptarse a ver en la oscuridad después de que se producen cambios en la luz ambiental. Esto sucede porque la retina tarda más en adaptarse a los cambios en el brillo de la luz.
- Luces intermitentes : la percepción de luces intermitentes, que se observan en el campo visual central, se debe a los nuevos vasos sanguíneos o al tejido cicatricial que tiran de la retina. Tenga en cuenta que si ve luces intermitentes en la visión periférica (lateral), esto puede deberse a otras causas además de la DMAE húmeda.
- Manchas oscuras o negras en paredes blancas : al despertarse por la mañana, algunas personas con DMAE húmeda ven manchas oscuras o áreas que no existen. Curiosamente, estos síntomas solo se notan cuando se mira un fondo blanco, como una pared blanca. Esto puede deberse a áreas de degeneración macular húmeda o a la atrofia (encogimiento) de la retina.
- Alucinaciones visuales : la pérdida de la visión central a causa de la DMAE húmeda puede provocar una afección llamada síndrome de Charles Bonnet, que incluye síntomas de alucinaciones visuales. A veces, las personas se muestran reacias a hablar sobre las alucinaciones cuando no son conscientes de que pueden estar asociadas con la DMAE y no necesariamente vinculadas a una enfermedad mental.
Complicaciones
La DMAE húmeda puede provocar varias complicaciones, como el síndrome de Charles Bonnet, el desprendimiento de retina, el riesgo de caídas y problemas de salud mental como la depresión.
Síndrome de Charles Bonnet
Se trata de un trastorno poco frecuente que provoca alucinaciones visuales (ver cosas que no existen). El síndrome de Charles Bonnet es más probable que se presente durante las etapas avanzadas de la DMAE/enfermedad de la retina.
Desprendimiento de retina
En esta afección, el tejido retiniano se separa de los vasos sanguíneos que proporcionan oxígeno y nutrición a las células nerviosas de la retina. El desprendimiento de retina puede causar pérdida de la visión.
Los síntomas incluyen visión borrosa, moscas volantes (manchas en la visión), destellos de luz y reducción de la visión periférica (lateral). Si tiene algún síntoma de desprendimiento de retina, debe consultar a su médico de inmediato.
Depresión
Cuando una persona pierde la capacidad de ver, esto afecta drásticamente muchas áreas de su vida, como la independencia, el trabajo, los pasatiempos, la interacción social y más. En algunos casos, esto puede provocar depresión, en particular en aquellas personas que carecen de un sistema de apoyo importante, como amigos o familiares que las apoyen. Los síntomas comunes de la depresión incluyen:
- Pérdida de apetito
- Pérdida de interés en cosas que solía disfrutar, como pasatiempos.
- Bajo nivel de energía
- Dificultad para concentrarse
- Problemas de autoestima
- Un cambio en el patrón de sueño
- Tristeza persistente
- Pensamientos de suicidio
Es importante buscar ayuda profesional de inmediato si tiene síntomas de depresión (en particular, pensamientos de suicidio).
Caídas y lesiones
La pérdida de una visión clara puede suponer un alto riesgo de caídas, especialmente para las personas mayores que ya tienen un mayor riesgo de caídas debido a problemas de equilibrio, efectos secundarios de ciertos medicamentos u otros riesgos elevados.
Es importante implementar un protocolo de prevención de caídas, que implica acciones como retirar cables eléctricos o alfombras que podrían aumentar el riesgo de tropiezos accidentales.
Las personas con DMAE deben tener especial cuidado de no caerse en un entorno con poca luz. Un entorno que no está muy bien iluminado hace que sea más difícil ver objetos que podrían obstruir el camino, especialmente para quienes padecen DMAE.
Cuándo consultar a un médico
Cuando una persona tiene DMAE seca, es importante realizar autocontroles frecuentes para detectar la posibilidad de progresión a DMAE húmeda, que puede desarrollarse muy rápidamente.
Los controles regulares en el hogar deben incluir cubrir un ojo a la vez para verificar si se observa algún cambio en la visión (como una diferencia en la percepción de la forma o el color de los objetos).
Otra forma de comprobar su propia visión es mirar material de lectura o algún tipo de gráfico (como la cuadrícula de Amsler) todos los días para ver si nota algún cambio. Los cambios pueden incluir visión borrosa u ondulada o líneas o letras faltantes.
La cuadrícula debe verse con anteojos para leer. Si las líneas de la cuadrícula se ven onduladas o si falta alguna parte de las líneas, comuníquese con su oftalmólogo.
Puede descargar e imprimir una copia de la cuadrícula de Amsler de la Fundación Estadounidense de Degeneración Macular. Si nota algún cambio en su visión, es imprescindible que consulte con su oftalmólogo u otro proveedor de atención médica lo antes posible.
Una palabra de Health Life Guide
En lo que respecta a la DMAE húmeda, lo más importante que hay que tener en cuenta es que los síntomas pueden progresar muy rápidamente. El diagnóstico y la intervención precoces son fundamentales para poder frenar la progresión de la enfermedad.
Por eso son tan importantes los autoexámenes diarios y las visitas periódicas al oftalmólogo. Tenga en cuenta que muchas personas con DMAE han aprendido a vivir con el trastorno y siguen teniendo una buena calidad de vida.
Mantenerse al día con la autoevaluación para detectar nuevos síntomas, visitar a un oftalmólogo cuando sea necesario y buscar ayuda profesional para cualquier síntoma o complicación nueva (como depresión) son pasos vitales en el plan de tratamiento general a largo plazo para aquellos con degeneración macular relacionada con la edad.