La rinitis vasomotora, también llamada rinitis no alérgica, es una afección que se utiliza para describir la secreción y/o congestión nasal que no desaparece y que no es causada por alergias o infecciones como el resfriado común. Las investigaciones indican que entre 17 y 40 millones de estadounidenses sufren de rinitis vasomotora y que los estadounidenses gastan un mínimo de $1.8 mil millones en costos de tratamiento cada año.
Índice
Síntomas
- Secreción nasal con secreción generalmente transparente y acuosa.
- Congestión o sensación de pesadez
- Obstrucción nasal
- La ausencia de otros síntomas de resfriado o alergia, como muchos estornudos o irritación ocular.
Los síntomas de la rinitis vasomotora pueden empeorar cuando una persona está expuesta a ciertos olores o perfumes, cambia la temperatura, siente ciertas emociones o está expuesta a luces brillantes.
Posibles causas
La causa de la rinitis vasomotora no siempre se puede determinar con exactitud, pero a continuación se presentan ciertas afecciones que han causado rinitis vasomotora en algunas personas:
- Medicamentos
- Cambios hormonales como el embarazo.
- Ciertas actividades como el ejercicio intenso o la actividad sexual.
- Síndrome de eosinofilia (una afección en la que las células del sistema inmunitario llamadas eosinófilos se congregan en grandes cantidades en determinadas zonas u órganos del cuerpo en los que normalmente no están presentes)
Ciertas condiciones podrían predisponerlo al desarrollo de rinitis vasomotora, incluidos antecedentes de traumatismo nasal o antecedentes de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) . Algunos expertos creen que las personas propensas al desarrollo de rinitis vasomotora pueden tener un sistema nervioso autónomo demasiado sensible.
Diagnóstico
Obtener un diagnóstico correcto probablemente sea el paso más importante para tratar y controlar adecuadamente su rinitis vasomotora. Desafortunadamente, no existen análisis de sangre ni otros análisis de laboratorio específicos que puedan identificar positivamente esta afección. El diagnóstico se realiza después de descartar otras afecciones, específicamente la rinitis alérgica. Su proveedor de atención médica puede utilizar análisis de sangre (pruebas de IgE) o pruebas cutáneas para descartar alergias, pero estas pruebas por sí solas no son necesariamente suficientes para diagnosticar la rinitis vasomotora.
Puede resultar útil para usted y su proveedor de atención médica llevar un diario: anote los lugares, las actividades, los olores, los alimentos u otras condiciones que parezcan desencadenar sus síntomas. Esto también puede resultar útil para su tratamiento porque, una vez identificados los desencadenantes, se pueden evitar o minimizar.
Tratamiento
El tratamiento para la rinitis vasomotora se centra en controlar los síntomas. Como se dijo anteriormente, evitar los desencadenantes que causan sus síntomas, si son identificables, puede ser muy útil. Pero es posible que no sepa qué desencadena sus síntomas: sus causas a menudo siguen siendo un misterio. La buena noticia es que existen varios medicamentos que se pueden usar para controlar estos síntomas, incluidos los aerosoles nasales que solo están disponibles con receta médica. Debido al riesgo de congestión de rebote (conocida por algunos como rinitis medicamentosa o adicción al aerosol nasal), los medicamentos descongestionantes de venta libre como Afrin no deben usarse durante más de tres días y generalmente no son adecuados para el tratamiento de la rinitis vasomotora. La mayoría de los proveedores de atención médica inicialmente recetarán medicamentos más nuevos que supuestamente tienen menos probabilidades de causar congestión de rebote y recurrirán a otros medicamentos esteroides solo si estos no son efectivos.
Medicamentos para controlar la secreción nasal:
- Atrovent (ipratropio)
- Cromoglicato
Medicamentos que tratan la congestión/obstrucción nasal:
- Nasonex
- Rinocort
- Beclovent
El aerosol nasal Astelin , un antihistamínico tópico, puede usarse para el tratamiento de la rinitis vasomotora, pero no se recomienda el uso de antihistamínicos orales. Otras medidas que pueden ser útiles para controlar la congestión incluyen mantenerse hidratado y usar un humidificador de vapor frío.