La cirugía de tiroides (tiroidectomía) implica la extirpación de una parte o de toda la glándula tiroides . Esta operación se puede realizar para tratar diversas enfermedades y afecciones, entre ellas, el cáncer de tiroides , el bocio sintomático o una glándula tiroides que produce hormona tiroidea en exceso ( hipertiroidismo ).
Esta glándula con forma de mariposa se encuentra en la base del cuello, frente a la tráquea . Produce hormonas que regulan el metabolismo y la temperatura del cuerpo. Si bien una tiroidectomía parcial puede no afectar esto, la extirpación total de la tiroides significa que necesitará un tratamiento hormonal de por vida para mantener estas funciones.
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Índice
¿Qué es una tiroidectomía?
Existen diferentes tipos de cirugía de tiroides y el tipo elegido depende del motivo por el que se realiza:
- Tiroidectomía total o casi total: implica la extirpación de toda o la mayor parte de la glándula tiroides. Esta cirugía suele estar indicada para cánceres de tiroides de gran tamaño, bocios de gran tamaño y enfermedad de Graves .
- Hemitiroidectomía o lobectomía tiroidea: consiste en la extirpación de uno de los dos lóbulos de la glándula tiroides. Esta opción puede estar indicada si el nódulo tiroideo es pequeño y está localizado en un lado de la glándula tiroides.
- Istmoectomía: consiste en la extirpación del istmo, el puente de tejido que cruza la mitad de la tráquea y se ubica entre los dos lóbulos tiroideos. Esta cirugía se reserva para la extirpación de tumores pequeños ubicados en el propio istmo.
Independientemente del tipo, la cirugía de tiroides suele ser un procedimiento programado que se realiza en un hospital. Con menos frecuencia, puede realizarse de forma ambulatoria en un centro quirúrgico.
Las investigaciones sugieren que en las circunstancias adecuadas (por ejemplo, si el paciente cuenta con apoyo en su hogar durante la recuperación y vive a una distancia razonable de un hospital), la cirugía de tiroides ambulatoria puede ser tan segura como la cirugía de tiroides en pacientes internados.
Técnicas quirúrgicas
Existen tres técnicas quirúrgicas que pueden utilizarse para realizar la cirugía de tiroides:
- Abierto: Con este enfoque, se extirpa toda o parte de la glándula tiroides a través de una única incisión grande realizada en la base del cuello en la parte delantera.
- Cirugía endoscópica: con este método mínimamente invasivo, se realizan unas pequeñas incisiones en varias zonas del cuerpo (el cuello, la axila, la parte delantera del pecho, el pecho, detrás de la oreja o a través de la boca). Se inserta en una de las incisiones un instrumento largo y delgado que tiene una cámara acoplada, llamado endoscopio , para visualizar la glándula. Luego se insertan varios instrumentos quirúrgicos a través de otras incisiones para extirpar la tiroides.
- Cirugía robótica: al igual que en la cirugía endoscópica, se realizan pequeñas incisiones (por ejemplo, debajo del brazo y en el pecho). Sin embargo, en lugar de que el cirujano introduzca los instrumentos por sí solo, controla manos robóticas que tienen instrumentos quirúrgicos adheridos a ellas.
La cirugía de tiroides endoscópica y robótica dejan cicatrices menos visibles y se asocian con una recuperación más rápida. Dicho esto, estas técnicas mínimamente invasivas solo deben realizarse en pacientes cuidadosamente seleccionados y por cirujanos altamente experimentados.
Contraindicaciones
Las contraindicaciones para la cirugía de tiroides incluyen:
- Enfermedad cardíaca, pulmonar u otra enfermedad subyacente debilitante
- Hipertiroidismo en el embarazo, a menos que la paciente no tolere un medicamento antitiroideo.
- Enfermedad de Graves no controlada (generalmente se requiere primero estabilización médica)
Riesgos potenciales

Los riesgos específicos asociados con la cirugía de tiroides incluyen:
- Hematoma posquirúrgico , que provoca sangrado que puede provocar dificultad respiratoria.
- Daño al nervio laríngeo recurrente , que puede provocar ronquera temporal o permanente
- Daño a las glándulas paratiroides, ubicadas detrás de la tiroides, que puede provocar hipoparatiroidismo e hipocalcemia temporales o permanentes.
- Lesión en la tráquea o el esófago (el conducto que transporta los alimentos desde la boca hasta el estómago)
- Dificultad para tragar ( disfagia )
- Síndrome de Horner
- Fístula de quilo (fuga de líquido linfático hacia la zona del pecho)
Propósito de la cirugía de tiroides
El propósito de la cirugía de tiroides es erradicar el cáncer (o una posible neoplasia maligna) o reducir los síntomas y el impacto de una afección de la tiroides.
Las indicaciones específicas para la cirugía de tiroides varían de un cirujano a otro. Dicho esto, las más comunes incluyen:
- Un nódulo tiroideo que se sospecha que es cáncer o que se ha descubierto que es canceroso
- Un bocio o un nódulo tiroideo benigno (no canceroso) que es grande, aumenta de tamaño y/o causa síntomas como malestar o problemas para respirar o tragar.
- Nódulo tóxico, bocio multinodular tóxico o enfermedad de Graves (todos ellos causan hipertiroidismo)
Cuando se considera la cirugía de tiroides, se realizarán varias pruebas, incluida una prueba de hormona estimulante de la tiroides (TSH) en sangre y un nivel de calcio en sangre . También se evaluarán las imágenes de ultrasonido de tiroides y/o los informes de biopsia por aspiración con aguja fina (AAF) .
Ante un diagnóstico de cáncer de tiroides, generalmente se realizan pruebas de diagnóstico por imágenes como una tomografía computarizada (TC) del tórax para determinar si el cáncer se ha diseminado.
Dado que la cirugía de tiroides puede provocar lesiones o traumatismos en el nervio laríngeo recurrente (NLR), algunos cirujanos también realizan una laringoscopia de rutina para evaluar si hay problemas basales en las cuerdas vocales.
En general, estas pruebas ayudan al cirujano a confirmar la necesidad de una cirugía y orientan su enfoque o técnica quirúrgica.
Cuando se programa una cirugía de tiroides, será necesario realizar varias pruebas preoperatorias para obtener autorización médica y de anestesia.
Estas pruebas incluyen:
- Análisis de sangre como un hemograma completo y un panel de coagulación (para detectar trastornos hemorrágicos)
- Radiografía de tórax
- Electrocardiograma (ECG)
Cómo prepararse
Una vez que tenga programada la cirugía de tiroides, su cirujano le dará instrucciones sobre cómo prepararse mejor. Si tiene alguna pregunta, asegúrese de hacerla, ya que no cumplir con ciertas recomendaciones puede afectar si su cirugía se puede realizar o no el día programado.
Ubicación
La cirugía de tiroides se realiza en un hospital o centro quirúrgico por un cirujano general o un cirujano de cabeza y cuello (llamado otorrinolaringólogo).
Su cirujano probablemente le pedirá que llegue al menos dos horas antes el día de su operación.
Debes hacer arreglos previos para que alguien te lleve a casa cuando te hayan dado el alta.
Comida y bebida
Evite comer o beber después de la medianoche anterior a la cirugía.
Medicamentos
Se le recomendará que deje de tomar determinados medicamentos durante un período de tiempo determinado. Por ejemplo, la mayoría de los cirujanos recomiendan a los pacientes que dejen de tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) una semana antes de la cirugía.
Asegúrese de informarle a su cirujano si está tomando aspirina. Es posible que deba suspenderla o no antes de la cirugía, según el motivo por el que la esté tomando.
Para ayudar a prevenir complicaciones quirúrgicas, es esencial informar a su cirujano sobre todos los medicamentos que está tomando, incluidos los medicamentos recetados y de venta libre, suplementos dietéticos, remedios herbales y drogas recreativas.
Qué vestir y llevar
Dado que al llegar al hospital o centro quirúrgico se pondrá una bata de hospital, es conveniente que use ropa holgada que sea fácil de quitar. Deje todos los objetos de valor, incluidas las joyas, en casa.
Asegúrese de traer su licencia de conducir, tarjeta de seguro y una lista de sus medicamentos.
Si va a pasar la noche en el hospital, le conviene preparar una maleta la noche anterior a la cirugía. Además de artículos de higiene personal (como un cepillo de dientes) y artículos de confort (como un libro), asegúrese de llevar:
- Cualquier dispositivo médico que utilice (por ejemplo, máquina CPAP para la apnea del sueño)
- Ropa holgada para ir a casa, especialmente una camisa de cuello ancho o abotonada.
Cambios en el estilo de vida preoperatorio
Realizar ejercicio aeróbico con regularidad antes de la cirugía puede ayudarle a recuperarse más rápido y con mayor facilidad. Consulte con su cirujano para ver si esto es adecuado para usted.
Si bebe alcohol, asegúrese de tener una conversación sincera con su cirujano sobre cuánto bebe. Le recomendamos que deje de beber alcohol una vez que se programe su cirugía de tiroides.
Esté atento y avísele a su proveedor de atención médica si presenta síntomas de abstinencia de alcohol al dejar de beber (por ejemplo, náuseas, aumento de la ansiedad o insomnio). Estos síntomas deben tratarse para prevenir complicaciones graves, como convulsiones.
Si fuma, dejar de fumar incluso unos días antes de la cirugía puede ayudar a prevenir complicaciones quirúrgicas (aunque, por supuesto, cuanto antes mejor). Su cirujano puede derivarlo a un programa para dejar de fumar que lo ayude durante este proceso.
Qué esperar el día de la cirugía
El día de su cirugía de tiroides, llegará al hospital o centro quirúrgico y se registrará.
Antes de la cirugía
A continuación, lo llevarán a una sala preoperatoria donde se cambiará de ropa y se pondrá una bata de hospital. Una enfermera revisará su lista de medicamentos, registrará sus signos vitales y le colocará una vía intravenosa (IV) para administrarle líquidos y medicamentos en una vena del brazo.
Su cirujano lo recibirá y revisará brevemente la operación. Desde allí, lo llevarán en una camilla al quirófano, donde comenzará el proceso de anestesia y la cirugía.
Durante la cirugía
La cirugía de tiroides dura alrededor de dos a tres horas y puede realizarse con anestesia regional o general.
- Anestesia regional : el cirujano le inyectará un medicamento anestésico en el cuello (lo que se denomina bloqueo cervical). Es posible que sienta una sensación de escozor mientras se inyecta el medicamento. También le administrarán un sedante suave para ayudarlo a conciliar el sueño durante la cirugía.
- Anestesia general : el cirujano realizará un bloqueo cervical. Luego, el anestesiólogo le administrará un medicamento inhalado o intravenoso para que se duerma. Una vez que se duerma, se le insertará un tubo respiratorio llamado tubo endotraqueal para permitir la respiración asistida mecánicamente durante la operación.
Una vez que esté dormido, un asistente quirúrgico le colocará dispositivos de compresión inflables en las piernas para ayudar a prevenir la formación de coágulos sanguíneos posoperatorios . También puede recibir una dosis de un esteroide intravenoso para ayudar a reducir la ronquera, las náuseas y los vómitos después de la cirugía (lo cual es común).
Si bien el flujo quirúrgico exacto depende de la técnica/enfoque quirúrgico utilizado, generalmente puede esperar los siguientes pasos:
- Incisión(es): El cirujano realizará una o más incisiones en el cuello, el pecho, la axila u otros sitios designados. El tamaño de la incisión depende de si la cirugía es abierta (más grande) o endoscópica/robótica (más pequeña).
- Exposición: Se retirarán la piel y el músculo para exponer la glándula tiroides. Se cortará el suministro de sangre a la glándula y se identificarán las glándulas paratiroides para protegerlas.
- Visualización: Dependiendo del abordaje quirúrgico, se visualizará la glándula tiroides a través de los sitios de incisión (por ejemplo, con una lupa, si la cirugía es abierta, o a través de una cámara que proyecta imágenes en una pantalla, si la cirugía es mínimamente invasiva). Cabe destacar que a veces se bombea gas de dióxido de carbono en el área del cuello para facilitar su visualización.
- Biopsia (muestra de tejido): En casos específicos (por ejemplo, para confirmar un diagnóstico de cáncer de tiroides o para verificar si se ha propagado a los ganglios linfáticos), el cirujano extraerá un trozo de tejido de la tiroides o de un ganglio linfático cercano. Un médico especializado, llamado patólogo, examinará la muestra bajo un microscopio para detectar células cancerosas (mientras usted todavía está en el quirófano). Este hallazgo puede ayudar a determinar qué cantidad de tiroides se debe extirpar durante la cirugía o si es necesario extirpar ganglios linfáticos.
- Extirpación de la tiroides: el cirujano separará la tráquea de la tiroides y extirpará toda o parte de la glándula utilizando instrumentos quirúrgicos, por ejemplo, un bisturí o instrumentos largos y delgados conectados a brazos robóticos. Si se extirpa la glándula tiroides debido a un cáncer grande o invasivo, también se pueden extirpar los ganglios linfáticos cercanos.
- Colocación de drenaje: si existe preocupación por sangrado, o si la glándula tiroides es muy grande y la cirugía ha dejado un gran espacio abierto, se puede colocar un drenaje en el sitio de la herida para evitar que se acumule líquido.
- Cierre: Las incisiones se cerrarán con puntos absorbibles y se cubrirán con un pegamento protector transparente e impermeable llamado colodio.
- Preparación para la recuperación: Si le administraron anestesia general, se suspenderá. Le quitarán el tubo de respiración y se despertará. Luego lo llevarán a una sala de recuperación.
Después de la cirugía
En la sala de recuperación, una enfermera controlará sus signos vitales y lo ayudará a controlar los síntomas posoperatorios comunes, como náuseas o dolor.
Una vez que esté completamente despierto y alerta (aproximadamente seis horas después de la operación), le darán el alta y lo llevarán a su casa (si se trata de una cirugía ambulatoria) o lo trasladarán a una habitación del hospital (si se trata de una cirugía para pacientes internados).
La mayoría de los pacientes que permanecen en el hospital lo hacen durante aproximadamente 24 horas después de la operación.
Recuperación
Mientras se recupera en casa o en el hospital, puede esperar lo siguiente:
- Es posible que experimente fatiga, dolor de garganta, molestias o rigidez en el cuello y ronquera después de la cirugía. Estos síntomas generalmente desaparecen en unos días o semanas. En algunos casos, la ronquera puede persistir hasta seis meses.
- Generalmente puede volver a una dieta normal después de la cirugía; aunque su cirujano puede recomendarle que evite comidas pesadas, grasosas o picantes durante los primeros días.
- Puede ducharse al día siguiente de la cirugía. Su cirujano le recomendará que no se frote el lugar de la incisión.
- Si le colocaron un drenaje, se lo quitarán al día siguiente de la cirugía.
Actividad
Tendrá pautas de actividad específicas que seguir después de la cirugía, tales como:
- Evite levantar objetos pesados durante las primeras dos semanas después de la cirugía.
- Realice ejercicios suaves de estiramiento del cuello para reducir la rigidez del cuello.
- Evite nadar o tomar baños durante al menos una semana después de la cirugía.
- Evite conducir durante dos semanas (o más tiempo si continúa teniendo rigidez en el cuello y/o todavía está tomando analgésicos).
- Regrese al trabajo aproximadamente una a dos semanas después de la cirugía.
Medicamentos y suplementos
Su cirujano le pedirá que tome ciertos medicamentos o vitaminas después de la cirugía.
- Analgésicos: el dolor generalmente es mínimo después de la cirugía y generalmente se puede controlar con un AINE como ibuprofeno o Tylenol (acetaminofén).
- Calcio: Dado que las glándulas paratiroides (que regulan el calcio) están ubicadas muy cerca de la glándula tiroides, a veces se lesionan durante la cirugía. Para prevenir niveles bajos de calcio, el cirujano le recomendará suplementos de calcio de venta libre después de la cirugía (hasta que las glándulas paratiroides se recuperen).
- Vitamina D: Dado que las glándulas paratiroides también desencadenan la activación de la vitamina D en el cuerpo, también se pueden recomendar suplementos de vitamina D.
- Medicación para la tiroides: Dependiendo del motivo de la cirugía y la extensión del procedimiento, es posible que le receten Synthroid ( levotiroxina ), que es un medicamento de reemplazo de hormona tiroidea.
Cuándo buscar atención médica
Llame a su cirujano si experimenta alguno de los siguientes síntomas:
- Fiebre o escalofríos
- Calor o aumento del enrojecimiento, la hinchazón o el malestar alrededor del lugar de la incisión
- Secreción del sitio de la incisión
- Entumecimiento y hormigueo alrededor de los labios, dedos de las manos o de los pies.
Si experimenta signos de sangrado en el cuello, como dificultad para respirar, voz aguda o aumento de la hinchazón en el cuello, busque atención médica de emergencia.
Cuidados a largo plazo
Puede esperar tener un seguimiento con su cirujano aproximadamente una o dos semanas después de la cirugía.
Durante esta cita, su cirujano hará lo siguiente:
- Evalúe el sitio de la incisión para garantizar una curación adecuada y retire cualquier pegamento, puntos o tiras, si están presentes.
- Vigilarle para detectar cualquier cambio inusual en su voz.
- Controle sus niveles de calcio y vitamina D en sangre y ajuste sus suplementos, si es necesario.
- Controle sus niveles de hormona estimulante de la tiroides (TSH) y, si es necesario, cambie la dosis de levotiroxina (si corresponde)
Después de la visita de seguimiento inicial con su cirujano, probablemente un endocrinólogo se hará cargo de su atención. Su endocrinólogo continuará controlando sus niveles de tiroides y calcio en sangre.
Los suplementos de calcio y vitamina D suelen suspenderse una vez que se recupera la función de la hormona paratiroidea. Si le extirparon toda la glándula tiroides, deberá seguir tomando medicamentos de reemplazo de hormona tiroidea para siempre.
Si tiene cáncer de tiroides, se realizará periódicamente un seguimiento a largo plazo con análisis de sangre de tiroglobulina para detectar si el cáncer recurre.
Cuidado de las cicatrices
Además de realizar un seguimiento con su equipo de atención médica y tomar sus medicamentos/suplementos según lo prescrito, deberá cuidar su cicatriz tiroidea después de la cirugía.

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Puedes hacer esto:
- Aplicar regularmente protector solar sobre la cicatriz quirúrgica y/o cubrirla con un cuello alto o una bufanda durante al menos seis meses después de la operación.
- Masajear una pequeña cantidad de vitamina E o manteca de cacao sobre la cicatriz (comenzando aproximadamente dos semanas después de la cirugía).
Si la cicatriz sigue molestándote desde el punto de vista estético, habla con tu médico. Es posible que te recomiende láminas o gel de silicona, disponibles en farmacias, que pueden ayudar a reducir la apariencia de las cicatrices. Con menos frecuencia, se utilizan inyecciones de láser o esteroides para mejorar la apariencia de las cicatrices.
Posibles cirugías/terapias futuras
Si tiene cáncer de tiroides, es posible que necesite una terapia con yodo radiactivo para destruir cualquier tejido tiroideo que no se haya extirpado mediante cirugía. La terapia con yodo radiactivo también se puede utilizar para tratar el cáncer que se ha propagado a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo.
Finalmente, puede estar indicada otra operación de la glándula tiroides si el cáncer de tiroides recurre.
Una palabra de Health Life Guide
La glándula tiroides desempeña un papel fundamental en el organismo, por lo que extirparla es una tarea importante. Para estar sano y sentirse bien después de la cirugía, asegúrese de seguir las instrucciones posoperatorias de su cirujano y de asistir a todas las citas de seguimiento.
Además, mientras enfrenta los desafíos físicos y emocionales que conlleva la cirugía de tiroides, no dude en pedir apoyo a sus seres queridos. Sea abierto y hable con frecuencia también con su equipo quirúrgico. Ellos están allí para guiarlo y hacer que este proceso transcurra de la manera más fluida posible.
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