Un granuloma piógeno es una lesión que crece rápidamente y sangra con facilidad. Los granulomas piógenos son comunes en niños y adultos jóvenes, aunque pueden desarrollarse en personas de todas las edades. También son bastante comunes en mujeres embarazadas. Los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo pueden hacer que se desarrollen estos tumores.
Los granulomas piógenos tienden a sangrar porque contienen una gran cantidad de vasos sanguíneos. También se los conoce como hemangioma capilar lobulillar o granuloma telangiectásico. Estas legiones son benignas (no cancerosas) y se pueden extirpar de manera segura mediante varios métodos.
Índice
Causas
Un granuloma piógeno suele aparecer en zonas de traumatismos previos, incluidos los quistes de acné. Se cree que esta lesión se forma cuando los capilares comienzan a crecer rápidamente en respuesta a un traumatismo en la piel. Otras causas de granulomas piógenos incluyen lesiones cutáneas, traumatismos causados por picaduras de insectos o por rascarse la piel de forma brusca o frecuente. Ciertos medicamentos también pueden causar esta afección, como:
- Sulfato de indinavir (Crixivan)
- Isotretinoína
- Acitretina (Soriatane)
- Algunas pastillas anticonceptivas
Apariencia
Un granuloma piógeno típico es una pápula roja solitaria que crece rápidamente durante varias semanas. Suele medir menos de 1 cm y tiene una superficie brillante y húmeda. Se convierte en un nódulo rojizo elevado que suele medir menos de 2 centímetros.
El crecimiento puede tener una apariencia lisa o puede tener una superficie costrosa o áspera, en particular si sangra mucho. La base de la lesión suele estar roja y escamosa. Los granulomas piógenos aparecen con mayor frecuencia en la cabeza, el cuello, los brazos y los dedos. También pueden crecer en los labios, los párpados, la espalda y los genitales.
En casos poco frecuentes, pueden crecer en la conjuntiva o la córnea del ojo. La conjuntiva es el tejido transparente que cubre la parte blanca del ojo. La córnea es la cubierta transparente que cubre la pupila y el iris. Cuando los granulomas aparecen en mujeres embarazadas, suelen crecer en las encías y se denominan “tumores del embarazo”.
Diagnóstico
Es probable que su proveedor de atención médica pueda diagnosticar un granuloma piógeno basándose en su apariencia. En algunos casos, es posible que le hagan una biopsia, que consiste en tomar una muestra de tejido para obtener un diagnóstico más preciso. Una biopsia también ayuda a descartar afecciones médicas malignas o cancerosas que pueden causar un tipo de crecimiento similar, como el carcinoma de células escamosas, el carcinoma de células basales y el melanoma.
Tratamiento
Un granuloma piógeno suele eliminarse rasurándolo y cauterizando la base con electrocirugía. Este procedimiento puede causar sangrado y es importante destruir los vasos sanguíneos que alimentan la lesión en la base, ya que de lo contrario puede volver a aparecer. En algunos casos, se puede utilizar un láser de colorante pulsado para tratar lesiones pequeñas, especialmente en niños.
Los granulomas piógenos vuelven a crecer en hasta la mitad de los casos, especialmente en adultos jóvenes que los tienen en la zona superior de la espalda. En casos poco frecuentes, pueden aparecer varias lesiones en la zona donde se extirpó el granuloma piógeno. Si el granuloma no se extirpa por completo, las partes restantes pueden extenderse a los vasos sanguíneos de la misma zona.