El complejo Mycobacterium avium, también conocido como MAC, es una infección bacteriana grave que suele presentarse en personas con enfermedad avanzada por VIH. Si bien cualquier persona puede infectarse con MAC, la enfermedad generalmente solo se presenta en personas con sistemas inmunológicos gravemente comprometidos.
Como tal, el MAC se clasifica como una enfermedad característica del SIDA , que afecta a entre el 20 y el 40 por ciento de las personas con inmunodepresión asociada al SIDA que no reciben terapia contra el VIH ni toman medicamentos profilácticos preventivos. El MAC tiende a afectar más comúnmente a los pulmones, aunque muchas de estas infecciones no se consideran potencialmente mortales.
Sin embargo, cuando el recuento de CD4 de una persona desciende por debajo de 50 células/ml, el MAC puede extenderse más allá de los pulmones y afectar otros sistemas orgánicos importantes, incluidos el hígado, el bazo y la médula ósea. Es entonces cuando la infección por MAC puede volverse grave y potencialmente mortal.
Índice
Causas
Los organismos MAC viven a nuestro alrededor, incluso en el suelo, en los alimentos y en el ganado. Las bacterias MAC también se pueden encontrar en muchas fuentes de agua potable, incluidos los sistemas de agua tratada, e incluso en el polvo doméstico. Por lo tanto, es muy difícil evitarlas. Por otro lado, no parece que las MAC se transmitan de una persona a otra.
Síntomas
La infección por MAC suele producirse en los pulmones o los intestinos y suele presentarse con pocos síntomas, o ninguno. Sin embargo, cuando se propaga (se disemina) más allá de los pulmones y llega al torrente sanguíneo, puede causar una infección generalizada. Los primeros signos de MAC diseminado incluyen:
- Fiebre
- Sudores nocturnos
- Escalofríos
- Fatiga (a menudo debido a anemia)
- Diarrea
- Pérdida de peso (caquexia)
- Dolor abdominal
Diagnóstico
La enfermedad MAC se diagnostica mediante pruebas de laboratorio que pueden identificar la bacteria MAC en muestras de sangre o médula ósea. Las muestras de médula ósea se suelen extraer del hueso de la cadera con una aguja, mientras que las muestras de sangre se recogen mediante una extracción de sangre estándar. Las muestras se cultivan luego en tubos de ensayo para determinar si la bacteria MAC está presente o no. Esto lleva alrededor de siete días.
Una tomografía computarizada (TC), que utiliza rayos X para crear “cortes” tridimensionales de su cuerpo, se puede utilizar para verificar si hay problemas con los ganglios linfáticos, el hígado o el bazo.
Tratamiento
La enfermedad MAC se trata con mayor frecuencia con una combinación de claritromicina y etambutol, con o sin rifabutina. También se iniciaría TAR en aquellos pacientes que aún no reciben terapia.
Sin embargo, en personas con recuentos de CD4 muy bajos, existe la posibilidad de que los síntomas de MAC se agraven una vez que se inicia la terapia antirretroviral. Se trata de un fenómeno conocido como síndrome inflamatorio de reconstitución inmunitaria (SIRI), en el que el sistema inmunitario comprometido se sobreactiva repentinamente, lo que provoca una respuesta inflamatoria en todo el cuerpo. Si esto ocurre, se pueden recetar corticosteroides para tratar los síntomas asociados al SIRI hasta que la respuesta inmunitaria se normalice.
Una vez que el recuento de CD4 de la persona sea superior a 100 células/mL y se estabilice por encima de este nivel durante seis meses, se puede suspender el tratamiento profiláctico.
Prevención
Dado que es difícil o improbable evitar la MAC, la mejor manera de evitar la enfermedad es asegurarse de que el sistema inmunológico se mantenga intacto. Esto se logra mejor tratando la infección por VIH con terapia antirretroviral (TAR) . El uso de TAR no solo puede garantizar que el sistema inmunológico se mantenga fuerte, manteniendo un recuento de CD4 más alto, sino que también puede restaurar la función inmunológica incluso en personas con inmunodepresión moderada a grave.
En la actualidad, se recomienda la terapia antirretroviral (TAR) para todas las personas con VIH en el momento del diagnóstico. El diagnóstico y el tratamiento tempranos no solo previenen en gran medida el MAC y otras infecciones oportunistas, sino que también se asocian con una vida más larga y menos enfermedades relacionadas y no relacionadas con el VIH.