La vulvodinia es común en personas con fibromialgia (FMS) y síndrome de fatiga crónica ( EM/SFC ). Es una afección de dolor crónico que afecta la vulva, que es la parte externa de los genitales femeninos.
La vulvodinia puede tener un gran impacto en tu vida. Si bien muchas de nosotras con síndrome de fatiga crónica y encefalomielitis miálgica (EM/SFC) la padecemos, no es un síntoma: es una afección independiente que debe diagnosticarse y tratarse por sí sola. Cualquier causa de dolor tiene el potencial de agravar los síntomas de síndrome de fatiga crónica y encefalomielitis miálgica (EM/SFC), por lo que el tratamiento adecuado es especialmente importante.
El dolor o la incomodidad de la vulvodinia no proviene de ninguna fuente obvia. Los tejidos parecen sanos, no hay infección ni lesión a la que achacarlo. Sin embargo, eso no significa que no sea “real”. ¿Cómo sabes que es real? Porque puedes sentirlo. Muchas mujeres no describen su incomodidad como dolor, sino como picazón, ardor, escozor, irritación, punzadas y/o en carne viva.
Índice
Síntomas de la vulvodinia
Los síntomas de la vulvodinia pueden variar desde una leve molestia hasta un dolor intenso y debilitante. Puede presentarse en una sola zona o puede moverse. Puede ser agudo o difuso, y puede aparecer y desaparecer.
Los síntomas incluyen:
- Ardor o escozor
- Crudeza
- Picor
- Palpitante
- Dolor generalizado
La vulvodinia puede causar dolor durante las relaciones sexuales, el ejercicio, al sentarse y en otros aspectos de la vida diaria. La ciencia médica ha identificado varios tipos de vulvodinia y cada uno de ellos presenta un conjunto único de síntomas.
Causas de la vulvodinia
Todavía no sabemos qué causa esta afección, pero los proveedores de atención médica creen que ciertos factores pueden contribuir a su desarrollo, incluidos antecedentes de infecciones vaginales, lesiones pasadas, cambios hormonales, alergias en la piel o hipersensibilidad. Sin embargo, estos factores no son necesarios para desarrollar esta afección.
No se cree que la vulvodinia sea un signo de algo más grave, como el cáncer, y no es una enfermedad de transmisión sexual.
Diagnóstico de la vulvodinia
El primer paso para obtener un diagnóstico de vulvodinia es contarle a su médico lo que está experimentando. Puede que esto le resulte incómodo, pero es importante tener esa conversación para que pueda comenzar a sentirse mejor.
Antes de diagnosticar vulvodinia, su proveedor de atención médica probablemente descartará otras posibles causas de sus síntomas, como afecciones de la piel, infecciones bacterianas o por hongos y otras afecciones médicas.
Tratamiento y manejo
Hay una variedad de tratamientos disponibles para ayudar a combatir los síntomas de la vulvodinia. Entre ellos se incluyen:
- Medicamentos: Los antidepresivos tricíclicos y los anticonvulsivos pueden ayudar a aliviar el dolor (no significan que esté deprimido o que todo esté “en su cabeza”). Los antihistamínicos (medicamentos contra las alergias) pueden ayudar a aliviar la picazón.
- Cremas tópicas: Las cremas de cortisona o estrógeno a veces son efectivas.
- Liberación miofascial: esta técnica puede aliviar el dolor en los músculos pélvicos, que puede contribuir a la vulvodinia.
Los antidepresivos y anticonvulsivos también son tratamientos comunes para la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica. Su proveedor de atención médica puede ayudarlo a encontrar los medicamentos que mejor se adapten a sus afecciones. Si está viendo a varios médicos, asegúrese de que cada uno sepa qué medicamentos está tomando.
Es posible que pueda controlar los síntomas haciendo algunos cambios en su rutina diaria, como:
- Mantener los jabones y otros productos de higiene lejos de la vulva.
- Usar ropa interior holgada (el dolor provocado por la ropa es un problema común para las personas con fibromialgia).
Vulvodinia en FM y EM/SFC
Los investigadores no saben exactamente por qué la vulvodinia es común en los casos de SFM y EM/SFC. Sin embargo, una teoría destacada es que todos ellos comparten un mecanismo subyacente común: la sensibilización central.
En la sensibilización central , el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) se vuelve hipersensible a estímulos desagradables, como presión, ruido, olores y sustancias químicas. A veces, también afecta la piel.
Una palabra de Health Life Guide
Las mujeres con vulvodinia pueden tener que lidiar con algo más que el dolor. Esta afección puede hacer que te sientas aislada, especialmente si los problemas sexuales afectan tus relaciones. La vergüenza puede impedirte hablar sobre lo que te está pasando, lo que podría aislarte aún más de otras personas.
Es posible que algunas personas no crean en el dolor de vulvodinia que usted padece, lo que puede hacer que se sienta invalidada. Esto puede ser especialmente doloroso si el dolor proviene de su pareja sexual, que puede sentirse rechazada cuando usted evita el sexo. Una comunicación abierta puede ayudar a resolver los sentimientos heridos en ambos. También puede ser conveniente que considere la posibilidad de recibir asesoramiento de pareja.
Un estudio de 2012 sobre vulvodinia y condiciones comórbidas mostró que los sentimientos de invalidez eran peores en las mujeres que también tenían EM/SFC. Esto no es sorprendente, ya que el EM/SFC es una enfermedad poco comprendida y a menudo no se la toma en serio.
Como cualquier enfermedad crónica, la vulvodinia puede provocar depresión . Si cree que podría estar deprimida, hable con su médico sobre las opciones de tratamiento disponibles para usted.